La semana pasada, el ministro de Finanzas, Fausto Herrera, confirmó que el Gobierno Ecuatoriano solicitaría un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, debido a las disposiciones legales aplicadas a estos procesos de financiamiento, el funcionario no dio detalles.

A partir de la información emitida por esa institución multilateral, sin embargo, se pueden apreciar algunos de los rasgos usuales de los apoyos financieros concedidos a sus países miembros. Los préstamos del FMI pueden clasificarse en 2 tipos básicos: por un lado, se encuentran los ‘prestamos no concesionales’ cuyo servicio implica siempre el pago de una tasa de interés. Esta es calculada semanalmente tomando como referencia al tipo de interés de los “Derechos Especiales de Giro” (DEG), una unidad de cuenta creada por el FMI y que realiza funciones de dinero entre sus miembros.

Para acceder a los créditos no concesionales, un país debe acordar previamente un ‘memorando de entendimiento’. En este, el país solicitante se compromete a implementar un conjunto de políticas económicas para solucionar el problema que originó su requerimiento de financiación.

Por otra parte, se encuentran los ‘préstamos concesionales’ otorgados con una tasa de interés del 0%. Para concederlos, según información oficial a marzo de 2016, el FMI tiene un Servicio de Crédito Rápido (SCR). Esta modalidad de préstamo reemplazó a la Asistencia de emergencia para catástrofes naturales vigente hasta 2010.

A similitud de esta última, el SCR le otorga al país solicitante un rápido desembolso de dinero y, de manera previa, no le demanda un programa económico plenamente desarrollado. No obstante, la operación estaría acompañada por asesoramiento de política económica y por asistencia técnica. También, el FMI podría solicitar al país receptor del crédito una descripción general de las medidas económicas correctivas que implementará. (I)