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El sector inmobiliario presenta una sobreoferta de arriendos y ventas
Los corredores de bienes raíces enfrentan un severo problema. El contexto político del país y la mala difusión de la Ley Orgánica para Evitar la Especulación sobre el Valor de la Tierra y Fijación de Tributos, también conocida como Ley de Plusvalía durante el año pasado, afecta al mercado inmobiliario, señaló Rubén Gómez, presidente de la Asociación de Bienes Raíces de Pichincha (ACBIRP).
Según Gómez, la actividad atraviesa una recesión y sostiene que la demanda de bienes ha bajado en un 30% en la provincia.
El precio de los arriendos en el centro de Quito, en barrios como San Juan y Santa Prisca, se han mantenido en $150 y $200.
En San Pedro Claver, al norte de la capital, la renta se ubica entre los $ 250 y $ 300, en departamentos con una extensión promedio de 80 y 90 metros cuadrados.
Gómez indica que los locales comerciales y de vivienda familiar tardan entre 5 y 6 meses en ser alquilados debido a que “no existe la liquidez económica necesaria para pagar los arriendos y depositar las garantías”.
Por ejemplo, un departamento que cuesta $ 300, implica, para una pareja joven, una carga onerosa. Significa que deben contar con $ 600 para cancelar la garantía y adicionalmente la cuota de mantenimiento del edificio.
En el sector de La Mariscal, en donde se ha producido el mayor despegue inmobiliario y urbanístico de Quito, los precios de los arriendos oscilan entre $ 6, $ 16 y $ 50 el metro cuadrado.
De esta manera, un departamento de 300 metros cuadrados alcanza un precio de $ 1.800. Además el cliente tiene que dejar una garantía por dos meses, como establece la ley, por un monto de $ 5.400 para asegurar el alquiler.
En Cumbayá una casa de 500 metros cuadrados de construcción y 900 metros cuadrados de terreno valía $ 4.500 de arriendo. Por falta de acogida, su dueño ha reducido el costo a $ 2.000; han pasado 8 meses y todavía no la han podido arrendar, explica Gómez.
En lo que se refiere a ventas, también se presenta una reducción. Un local duplex destinado a oficina en la Av. Diego de Almagro (centro norte de Quito), de 739 metros cuadrados, fue cotizado por una agencia en $ 287 mil, mientras que un departamento familiar (160 metros cuadrados) en el mismo sector, fue avaluado en $ 170 mil.
Para el Presidente de ACBIRP, los propietarios de los inmuebles deberían revisar los precios. También sugiere que se reduzca el porcentaje de la comisión de los corredores de bienes raíces.
Al momento el porcentaje fijado por ley es del 6% en el casco urbano y 8% en el sector rural. Desde ya los corredores han disminuido su utilidad al 3% para que los clientes no dejen de contratarlos.
Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Corredores de Bienes Raíces del Ecuador, Gerardo Romero, especifica que la mayoría de obras que actualmente están disponibles para arriendo o venta salieron al mercado a finales de 2015 o inicios de 2016. Indicó que la Cámara de la Construcción de Quito ha reportado un descenso de la actividad entre el 48% y el 50%. El comercio de bienes raíces involucra a unas 500 mil personas a nivel nacional. (I)