La billetera móvil (BIMO), sistema de pagos digitales desarrollado por bancos privados -en el que también participan cooperativas-, estará operativa desde finales de febrero.

La plataforma reemplazará al Proyecto Dinero Electrónico, creado y administrado por el Banco Central del Ecuador (BCE), que terminó en 2018 por disposición de la Ley de Reactivación Económica (2017).

Pese a que BIMO está listo para operar desde mediados del año pasado, hasta la fecha no ha salido al mercado porque instancias gubernamentales del área financiera no han definido temas claves como las tarifas de los servicios y los montos de transacción permitidos.

Pero eso se resolvería esta semana cuando se reúna la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera.

Ahí se tomarán las últimas decisiones y de inmediato se emitirá la resolución que finalmente permitirá a la billetera móvil funcionar, explicó a EL TELÉGRAFO Marcos López, presidente de la Junta.

Las instituciones financieras (bancos y cooperativas) tendrán cuatro semanas para instalar los sistemas.

La billetera móvil funcionará con cuentas básicas en donde los usuarios podrán gestionar sus recursos. Facilita el intercambio de dinero entre personas a través de un teléfono celular, indistintamente del banco al que se pertenezca.

A diferencia de una cuenta bancaria tradicional, se podrá abrir una cuenta básica desde un celular inteligente (smartphone) solo con el número de cédula de identidad, no es necesario ir al banco ni depositar una cantidad mínima de dinero.

Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), indicó que los bancos y cooperativas que integran BIMO poseen más del 90% de activos del sistema financiero.

La plataforma aparecerá como una aplicación móvil para smartphones.

Quienes poseen una cuenta bancaria recibirán una notificación de su entidad financiera consultando si desea anclar sus fondos a  una cuenta en BIMO.

Usar la billetera será decisión del cliente, no tendrá obligación de hacerlo, aseguró Prado, quien explicó que el sistema servirá principalmente para enviar y recibir pagos pequeños.

Las personas que no poseen cuenta en ningún banco o cooperativa también podrán emplear la plataforma registrándose con su número de cédula.

Entre los propósitos de este tipo de sistemas están reducir el uso de dinero en efectivo entre los ciudadanos y expandir el nivel de bancarización, a fin de que más personas puedan acceder a servicios financieros e incluso a créditos.

A noviembre de 2018 en el país existen 15,6 millones de líneas activas con servicio móvil avanzado, lo cual representa una densidad nacional del 92,15%.

Saldo en dinero electrónico

El 16 de abril de 2018 el Banco Central culminó la fase de cierre y la desactivación definitiva de las cuentas. Sin embargo, aún queda un saldo pendiente por retirar.

Son 226.750 cuentas que guardan más de $ 2 millones. Los usuarios que no lograron  gestionar sus recursos a tiempo pueden acercarse a las dependencias del Banco Central en Quito, Guayaquil y Cuenca con su cédula de ciudadanía.

La Contraloría General del Estado, en un examen especial publicado en octubre de 2018, halló irregularidades en torno a la plataforma administrada por el BCE.

Por ejemplo, el contrato para la adquisición de Software y Hardware valorado en $ 3,3 millones se adjudicó a la firma Inswitch-Adexus, pese a que no cumplió con todos los requerimientos de las especificaciones técnicas y términos de referencia.

También, el sistema informativo del dinero electrónico no fue registrado a favor del Banco Central en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual. (I)