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El precio del camarón subió cerca de un 40%

El precio del camarón subió cerca de un 40%
04 de noviembre de 2013 - 00:00

Para nadie es desconocida la fama del camarón ecuatoriano. Su origen es, de por sí, garantía de calidad en el mundo y la etiqueta en la que deposita sus esperanzas el sector productor.

Luego de que Ecuador superara en septiembre una demanda legal que le imponía   pagar el   arancel de un  11,47% para ingresar a Estados Unidos, los camaroneros han tomado nuevos bríos frente a las exigencias de un mercado que requiere altos estándares de calidad, tecnología, incluso consideraciones   medioambientales.

“Ha sido un año complejo, tuvimos que combatir durante 10 meses una demanda que encareció el camarón, pero esta será una época de recuperación”, afirmó José Antonio Camposano, presidente ejecutivo de la Cámara de Acuacultura (CNA).

En 2012, el país exportó un total de 449’796.039 libras del marisco y en mayo de este año registró un  repunte con la exportación de $ 162’055.904 y 49’696.297  libras, según  datos de la CNA.

Christian Fontaine, representante de los pequeños productores de Manabí, indicó que los precios están “bastante buenos por la caída de los productores de Asia, debido a   una bacteria que causa la muerte prematura al camarón, por lo que  es  hora de arreglar nuestras piscinas y seguir produciendo porque hay demanda”.

Agregó que el incremento estaría en el orden del 30% o 40%. La libra de camarón que estaba en $ 1,80 ahora se encuentra  entre $ 2,20 y $ 2,30, que es un camarón de 11 gramos.

Valor agregado

La tendencia del sector apunta a optimizar varios aspectos de la cadena productiva del crustáceo, uno de estos es la nutrición, pues representa el 50%  de los costos y, como lo dijo Laurence Massaut, asesora técnica de la CNA, “determina el rendimiento que hay en las piscinas y también  la calidad del producto”.

Massaut explicó que la alimentación se relacionada con la resistencia a  enfermedades, por lo que hay que considerar cada etapa de la vida del animal, ya que la larva no come lo mismo que el adulto.

“Con un mejor índice nutricional se logra que ese camarón se desarrolle más y en menos tiempo, y que la generación de proteína y carne sea superior”, expresó Camposano.

Uno de los temas álgidos es la sustitución de grasas animales, como el aceite de harina de pescado, por aceites vegetales, pues  es clave para la sostenibilidad de la industria a largo plazo, mencionó.

Y es que el valor agregado del producto no se cuenta únicamente en su presentación.

“Cuando uno habla de valor agregado piensa en  el apanado o en la brocheta de camarón, pero en realidad  cuenta desde que el animal está en la piscina”, dijo Massaut.

La CNA aplica reglas estrictas para exportar este producto a Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que  absorben el 80% del mercado de Ecuador.

“La UE es la más dura por lo que  tenemos que cumplir los  estándares internacionales de  calidad y trazabilidad en los que se aplican mucha tecnología, como por ejemplo el uso de bacterias (probióticos) en lugar de antibióticos. Este es un sistema natural  muy amigable con el medio ambiente”, señaló Massaut.

El mejor camarón

El camarón ecuatoriano es reconocido por su sabor y se lo “mercadea” como el mejor del mundo. En  Chile el mercado gastronómico prefiere el que  procede  de Perú, Japón o China, según un artículo del diario chileno El Mercurio al que se hace referencia en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador.

El presidente de la CNA comentó que en el tema de la marca del país hay importantes avances, pero por ahora la idea es apoyar la marca sectorial de origen ecuatoriano.

Camposano señaló que en la variedad está el gusto el “mejor camarón” llega al mundo en múltiples presentaciones, según como lo pida el país de destino.

“Hay quienes lo prefieren cocinado, con  cola, en brochetas, con cabeza o pelado. Las presentaciones son infinitas”, comentó Massaut.

Sin embargo, en general, la mayoría se va congelado, con cáscara y entero hacia Europa, y sin cabeza y con cola  al mercado norteamericano.

La huella del crustáceo

El tema medioambiental no ha sido ajeno al sector. Hace  un año arrancó el proyecto piloto denominado Huella de Carbono en un esfuerzo conjunto entre el Ministerio del Ambiente, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y la Corporación de la Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei), para medir la emisión de dióxido de carbono en  distintos productos, y uno de los primeros participantes ha sido el camarón.

Hasta  el momento se han unido cinco empresas para identificar los índices de impacto en el  medio ambiente y se encuentran en el tipo de energía que usan las bombas para el recambio de agua de las piscinas  y  en la transportación, explicó Lourdes Luque, asesora de la Corpei.

Luque informó que se sugirió a los productores cambiar el búnker por electricidad, así como sembrar mejores semillas (nauplios).

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