El interés por comprar casas crece en el país

Quito y Guayaquil.-

Los representantes de establecimientos de materiales de construcción, consultados en Guayaquil, consideraron que la disminución de las tasas de interés en los créditos hipotecarios, anunciada por el Gobierno, podría dinamizar el sector y darles una oportunidad para “oxigenarse”. La expectativa se centra en la ralentización de este segmento económico en los últimos años. Según Jaime Rumbea, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios y de Vivienda del Ecuador, en el país hasta 2010 la construcción creció un promedio anual de 10%, pero a partir de ese año se mantuvo en índices inferiores.

Juan Robalino, administrador de la distribuidora de cerámicas y acabados Construdec, en el centro de Guayaquil, recordó que la época de mayor demanda fue cuando los migrantes enviaban las remesas para construir sus viviendas en el país. “Las personas traían las fotos de como querían sus casas y buscaban los materiales más parecidos”, puntualizó.

Isael Villón, encargado de uno de los locales en la calle Machala, indicó que en su caso las ventas disminuyeron un promedio de 30% desde el año pasado, principalmente por el incremento de los precios. Puntualizó que la cerámica importada pasó de $ 17 a $ 21,50 el metro; en cambio, la nacional tiene una variación de precios entre el 7% y el 14% al año.

Los comerciantes opinaron que la medida gubernamental dinamizará la cadena, desde los materiales de inicio de obra (cemento, hierro) hasta la de acabados, como la cerámica y los sanitarios.

Incluso, expresó Robalino, el hecho de aplicar una sobretasa a los productos importados ayudaría a la industria nacional a tener mayor presencia.

Las autoridades informaron que las tasas de interés para créditos de vivienda de la banca privada pasarán de 10% a 4,99% y los del Biess (banca estatal) de 8,48% a 6%.

Para este plan hay un valor máximo de $ 890 por metro cuadrado; no obstante, los préstamos podrán utilizarse para construir en un terreno propio o en mejoramiento de viviendas.

Robalino manifestó que hay una tendencia entre sus clientes de adquirir sus viviendas en “obra gris”, por lo que muchos compran recubrimientos, cerámicas y sanitarios a su gusto. El local mayorista vende mensualmente entre 5.000 y 6.000 metros de cerámica.

Los comerciantes consultados están conscientes de que este impulso a la adquisición de vivienda, eventualmente mejoraría sus ventas; sin embargo, persiste la preocupación por los temas de precios y calidad.

Según el administrador de Construdec, a veces la cerámica nacional tiene problemas de calibración de 1 o 2 mm, que dificultan su instalación y por eso los clientes prefieren la importada.

Luego del anuncio del Gobierno, el interés de las personas por adquirir una vivienda creció y ahora, quienes aspiran a una propiedad de hasta $ 40.000, llegan masivamente a las oficinas del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), en Quito, para informarse sobre cómo calificar a los incentivos.

Ayer, cerca de 100 personas hacían fila en los exteriores del Ministerio, entre ellas Delia Martínez,  empleada doméstica, quien aprovechando su día libre decidió averiguar sobre el tema. “Los incentivos son buenos, yo quiero una casa de menos de $ 30.000 y con mi esposo ya tenemos planificado cómo endeudarnos”.

Martínez, quien tiene 2 hijos, busca una casa de 3 habitaciones y el hecho de no tener ingresos mayores a 3,5 salarios básicos unificados le permitirá acceder al bono de $ 5.000.

En cambio, José Caiza, mensajero, dijo que los $ 250 que paga de arriendo por un departamento, en el sur de Quito, podrían servirle para las cuotas mensuales de su vivienda.

Funcionarios del Miduvi señalaron que aumentará el interés de los ciudadanos conforme se materialicen los créditos.

La política llegó a través de la Resolución 045-2015-F, de la Junta de Regulación Monetaria y Financiera,  que estableció un mecanismo para generar incentivos para el financiamiento de viviendas de interés público, en las que participarán el Banco Central del Ecuador y el sector financiero público, junto con el sistema financiero privado y en el futuro, la economía popular y solidaria. (I)