El ingreso de capitales extranjeros continúa a la baja en la región
Los flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe (ALC) disminuyeron 7,9% en 2016 en comparación con 2015, sumando $ 167.043 millones. Esto implica una caída de 17% desde el máximo alcanzado en 2011, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), difundido la semana pasada.
Son resultado de los bajos precios de las materias primas y su impacto en las inversiones dirigidas al sector de recursos naturales, por el lento crecimiento de la actividad económica en varias zonas y por el escenario global de sofisticación tecnológica y expansión de la economía digital.
La región recibió en 2016 el 10% de la IED global, similar a la de 2015, pero 14% menos que el promedio registrado entre 2011 y 2014.
La Cepal sostiene que pese a la tendencia a la baja, los flujos de IED representan el 3,6% del producto interno bruto (PIB) de la región, cuando el promedio global es de 2,5%. Para 2017 proyecta una nueva caída cercana al 5%.
“Las elevadas brechas de productividad que persisten en la región y los nuevos escenarios tecnológicos que plantea la cuarta revolución industrial, exigen nuevas políticas para aprovechar los beneficios de la IED en los procesos nacionales de desarrollo sostenible”, planteó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
Bárcena anotó que hay que mirar con atención el hecho de que en varios países de la región, las salidas de capital por rentas de IED superaron el flujo de ingresos en el período 2010-2016.
Brasil fue el mayor receptor de IED en 2016 dentro de la región con $ 78.929 millones (un aumento de 5,7%). El segundo fue México con $ 32.113 millones; aunque es una caída de 7,9% se mantuvo en niveles históricos elevados.
Colombia ocupa el tercer puesto tras registrar un crecimiento de 15,9%; sigue Chile con 7%. En Centroamérica, Panamá concretó el 44% y Costa Rica el 27%, mientras que en el Caribe, República Dominicana recibió 49%, y Jamaica 16%.
El organismo describe que las inversiones dirigidas al sector de recursos naturales cayeron de 18% en 2010-2015 a 13% en 2016, en línea con el fin del auge de los precios de las materias primas. En cambio, el peso de las manufacturas y los servicios aumentó hasta llegar al 40% y 47%, respectivamente.
Los recursos se concentraron en energías renovables, telecomunicaciones y la industria automotriz. Los proyectos en energías renovables representaron el 18% del monto anunciado en 2016 (en 2005-2010 fue de 6%), lo que posiciona a esta actividad como la más dinámica del período, especialmente en Chile y México.
En cuanto a los países inversionistas, el estudio indica que estos no se han diversificado: el 73% del total de la IED ingresó desde Estados Unidos (20%) y la Unión Europea (53%). China es responsable de solo el 1,1% recibido por la región.
En el caso de Ecuador, la Cepal concluye que tras alcanzar un valor récord en 2015 ($ 1.322 millones), para 2016 bajó cerca de 44% (ver infografía). Ocupa el séptimo lugar en América Latina, por encima de Bolivia, Paraguay y Venezuela.
Todos los componentes de la IED en el país disminuyeron; la caída más severa estuvo en los préstamos entre empresas. La industria petrolera sigue siendo el principal receptor de capitales extranjeros (un 64% del total en 2016) y la disminución de la IED fue menor en este sector (14%).
La Unión Europea fue el principal bloque inversionista, mientras que los cuatro principales países fueron China, España, Estados Unidos y Países Bajos, que acumularon cerca del 80% del total. (I)