Desde 2013 a los bananeros les preocupa la disminución en la producción de la fruta y la afectación del volumen exportable. Eduardo Ledesma, presidente de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador, se refiere a la situación que enfrenta el sector y lo que se está haciendo desde el régimen.

¿Cuál es el estado del sector bananero actualmente?

El sector está bien, estamos exportando sobre 6 millones de cajas (semanales)y llevamos un promedio similar al de 2011 cuando cerramos con 285 millones. Este año vislumbramos una cantidad cercana, lo cual es positivo para el país.

¿Y en cuánto a productividad?

gual tenemos una productividad baja promedio, seguimos entre las 1.500 y 1.600 cajas por hectárea. Esto se debe a que algunos productores no son eficientes en el manejo de las fincas, hay unas que producen 3.500 cajas y otras solo 500. El problema es que los agricultores no están poniendo a las plantaciones la nutrición que deben y tampoco cuentan con la infraestructura, esto es, canales de riego, empacadoras, controles de nutrición y de fumigación. Esto definitivamente afecta a la fruta, pero no depende de la calidad de la tierra sino al manejo.

¿Cuántos productores hay?

Según un censo del Ministerio de Agricultura, hay alrededor de 6.000 productores y de ellos el 60% posee entre 0 y 20 hectáreas.

¿Esa pequeña cantidad de hectáreas tiene que ver con la baja producción?

Creo que hay productores de 5 hectáreas que son más eficientes que los de 40, todo depende del manejo y lo que la persona hace con su tierra. Creo que tener más productores y más hectáreas es positivo para el país porque en el caso de Guatemala, uno de nuestros competidores, hay 60.000 hectáreas con 4 dueños y eso se transforma en un monopolio, en cambio aquí la tierra está repartida. Pienso que se debe fomentar la asociatividad.

¿Qué se ha hecho por resolver las vulnerabilidades del sector?

Nuestra asociación solicitó al ministro de Agricultura (Javier Ponce) hacer un estudio del sector y hemos trabajado más de 3 meses en el tema de la mejora competitiva para lograr consensos entre productores, exportadores, transportistas, navieros, cartoneros y distribuidores de insumos. También se trata de cumplimiento de normativas ambientales y sociales para que el Ecuador cumpla con requisitos internos y externos. Por otro lado esperamos tener un nuevo marco legal porque la Ley del Banano ya es anacrónica, hecha hace más de 20 años.

¿Y por ahora cuál es el plan?

Necesitamos mejorar, producir y recuperar los mercados, pero para ello necesitamos alcanzar el acuerdo comercial con la Unión Europea, lo que nos permitirá seguir exportando las 69 millones de cajas a ese bloque que es el que mejor paga y el más deseable, caso contrario tendríamos problemas muy serios. Hemos abierto el mercado con Brasil y tenemos que mejorar las condiciones de exportación con China.

¿Cuál es el inconveniente con China?

No es un problema comercial, de compra y venta, sino de espacios navieros, aunque las compañías están dispuestas a colaborar.

Estamos exportando pequeñas cantidades, pero se espera incrementarlas una vez que se mejoren las condiciones internas.

¿Entonces se buscará un aumento en la productividad?

Bueno, al incrementar la productividad tendríamos que buscar más mercados, por ahora tenemos un equilibrio.

¿Qué valor agregado se le puede dar al banano ecuatoriano considerando que Ecuador busca una nueva matriz productiva?

El mundo consume el banano ecuatoriano natural porque tiene calidad y buen sabor.

Darle valor agregado no es imposible, se lo puede hacer puré, chips (fritos) y una serie de cosas que poco a poco se pueden ir haciendo a nivel interno. Ahora, el cambio de la matriz productiva no significa que se deje de exportar bienes primarios, creo que el banano se puede transformar para ciertos nichos de mercado, pero hay que traer la inversión para hacer estos productos.

Se ha hablado también de producir pan con harina de banano.

Todo lo que sea posible y factible hay que hacerlo y eso depende de los panificadores. El pan de harina de banano ya lo hacía la Escuela Politécnica hace 20 años, pero lo que se ha dicho ahora es que se lo ejecute y no se quede solo en palabras.

¿Qué esperan del estudio del Magap?

Que se convierta en política de Estado y eso es un logro. Esperamos que el Gobierno mire al banano como un emblema, no de manera despectiva. Estamos cumpliendo obligaciones ambientales, laborales, legales y sociales y eso es positivo porque nuestra fruta tiene una calidad que no tiene ninguna otra. Buscamos por otro lado la unión de toda la cadena para, en un solo bloque, defender este bien nacional.