El feriado no detiene el comercio de útiles
Como de costumbre, a pocas horas del inicio de clases en la región Costa, los padres de familia acudieron masivamente a las papelerías y mercados para adquirir los útiles escolares, uniformes y demás artículos para sus hijos y familiares.
Desde el viernes, aprovechando el feriado por el Día del Trabajo, miles de personas llenaron los locales ubicados en las inmediaciones del Mercado Central, calles Seis de Marzo, Clemente Ballén, Diez de Agosto y Lorenzo de Garaicoa, en el centro de Guayaquil.
Entre ellos estuvo Antonio Yaucán, quien junto con sus 2 hijos acudió a varios establecimientos para sondear precios y comprar camisas y pantalones escolares.
Mezclado entre la multitud de gente en busca desde blusas, camisas, pantalones, zapatos, medias, hasta interiores, Yaucán llegó a un local en donde consiguió las prendas de vestir que buscaba para sus hijos, a precio asequible, según explicó.
“Las camisas las estoy consiguiendo a $ 8 cada una”, comentó el ciudadano, quien en días anteriores compró los zapatos para sus hijos a $ 35 cada par.
Carolina Espinoza, dependiente de un local de venta de prendas escolares, aseguró que el fin de semana ha estado agitado, pero aún espera que hoy aumenten los compradores considerablemente para sacar lo invertido en el producto y para el pago de las personas que ha contratado.
Otros negocios bajan las ventas
Diógenes Morla lleva varios años dedicado al negocio de los DVD en el sector del Mercado Central.
Comentó que en estos días las ventas bajan, según él, porque “hay bastantes comerciantes”, pese a ello, no se desanima y sigue al frente de su negocio, ya que con lo que gana ha logrado mantener a su familia. Morla asegura que solo trabaja hasta el mediodía, ya que está enfermo y requiere descansar.
Las ganancias que registra a diario están entre $ 8 a $ 10, “a diferencia de años anteriores, cuando vendía entre 2 y 3 docenas cada día”.
El criterio de Diógenes Morla lo comparte César Vargas, quien también indicó que por “mucha competencia” las ventas han disminuido un 40% con relación a la temporada escolar de 2014. Vargas se dedica a la venta de pantalones y camisas para niños y jóvenes de escuela y colegios, en la calle Diez de Agosto, a precios que van desde los $ 6 y $ 7, con opción a una rebaja.
El comerciante expresó que por ahora están un poco flojas las ventas. Puso como ejemplo que el año pasado, por estos días, vendía unos $ 100, “pero ahora nada”.
Por el mismo sector, y bajo de misma modalidad de recorrer varias calles, se observó a Gonzalo Cabrera, quien vende cinturones desde $ 1 “para arriba”, cada uno, dependiendo de la calidad del producto. Cabrera también se queja de la poca venta en días ordinarios, pero reconoce que la temporada escolar ha mejorado sus ingresos. Al día vende entre $ 40 y $ 50.
“Este negocio me ayuda bastante en estos días para los gastos de mi hogar y, sobre todo, para comprarles los útiles escolares y los uniformes a mis 4 hijos”. (I)