Las autoridades aclararon detalles de su operación
El dinero electrónico no obedece a la situación fiscal
La semana pasada, en respuesta a un pronunciamiento efectuado por la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), el Banco Central del Ecuador (BCE) emitió un comunicado para contextualizar y precisar algunos elementos de la operación del sistema de dinero electrónico propuesto para el país.
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El control estatal estaría en el centro de las discrepancias
En las últimas semanas, los representantes de la banca privada incrementaron sus cuestionamientos al sistema de dinero electrónico a raíz de que la ‘Ley Solidaria y de Corresponsabilidad Ciudadana por las afectaciones del terremoto’ aprobó incentivos tributarios para el pago de bienes y servicios usando medios electrónicos de pago.
Sin embargo, dice el comunicado del BCE, aquella crítica sorprende porque, la ABPE propuso tiempo atrás incentivos tributarios para incrementar el uso de las tarjetas de débito operadas por los bancos.
“La ABPE demuestra escasa coherencia y poca seriedad cuando, por una parte, sus publicaciones hablaban de estimular la competencia y la búsqueda de mecanismos para permitir al sector privado crear y operar sus propias plataformas mientras, por otro lado, realizaban propuestas a las autoridades económicas para la gestión de dinero electrónico que establecían un monopolio bancario y de propiedad exclusiva de la plataforma, con un incremento de las tarifas que se cobraría a los ciudadanos; propuestas que solicitaban, además, la garantía del Gobierno para mantener un bajo costo por la interconexión a pagar a las empresas de telefonía”, menciona el comunicado del BCE.
El dinero electrónico solo se activa cargando dinero físico
El BCE indicó también que la ABPE muestra desconocimiento al señalar que existe un monopolio legal para emitir dinero electrónico.
“Al respecto, ningún artículo del Código Orgánico Monetario y Financiero establece que el BCE pueda emitir dinero electrónico, por lo que se rechaza categóricamente tal aseveración. Extraña, además, el contradictorio discurso de la ABPE en relación al respaldo que debe tener el dinero electrónico, porque las regulaciones vigentes establecen que solo se puede obtener como carga de dinero físico. Más bien era la banca la que proponía que existiera solo un respaldo parcial (depósitos bancarios)”.
Por otra parte, el BCE aclaró que no existe ninguna autoridad del Gobierno Nacional que haya expresado que la falta de liquidez del Estado constituya una motivación para incentivar la utilización de dinero electrónico en la coyuntura actual.
La incertidumbre sobre el funcionamiento no tiene asidero
Según el BCE, el dinero electrónico presenta dos ventajas como medio de pago: aquel facilitará el acceso de nuevos grupos poblacionales a los servicios financieros y, también, incrementará el nivel de actividad económica en el país.
“El dinero electrónico es una herramienta creada para promover la inclusión financiera y la actividad económica, como todo medio de pago electrónico, por cuanto incrementa la velocidad de circulación del dinero”, indicó.
A través del Sistema Nacional de Pagos operado por el BCE, el Estado ecuatoriano brindará “a todos los agentes que lo deseen (cooperativas de ahorro y crédito, bancos, mutualistas, sistemas auxiliares de pago y empresas que brindan servicios móviles y digitales) el acceso a la plataforma que garantiza la interoperabilidad entre todos los participantes del sistema, mediante un modelo abierto y competitivo, con el cual los agentes podrán ofrecer a sus clientes los productos y servicios propios de su actividad económica”, especificó el BCE.
Para concluir su comunicado, el BCE solicitó a la ABPE que actúe con coherencia y responsabilidad pues “bajo ningún concepto se permitirá la politización de una herramienta de amplio acceso para la ciudadanía y que busca facilitar las transacciones que hacen los ecuatorianos en su vida cotidiana”. (I)
DATOS
El dinero electrónico no sustituye al dólar pues no se trata de una nueva moneda. Solo es otro medio de pago virtual similar a las tarjetas de débito y de crédito.
Su uso es completamente voluntario y depende de que el ciudadano decida abrir su propia cuenta para poder hacer cargas, descargas, transferencias, pagos y cobros de dinero electrónico.
El dinero electrónico no crea nuevo dinero porque, antes de poder utilizarlo en operaciones efectuadas desde un celular o una computadora, el ciudadano debe entregar dinero físico en el sitio de carga.
El Banco Central no tiene el monopolio del dinero electrónico. Con la debida autorización, el servicio puede ser ofrecido por cualquier entidad bancaria, cooperativa, operadora de telefonía u otra empresa.