Un siglo de historia agrícola se recoge en el libro ‘Retorno a la Tierra: el pasado rural en el Ecuador (1860 -1960)’, publicado por el Ministerio de Agricultura.

Se trata de un recorrido fotográfico que, en 131 páginas, expone los principales hitos en el desarrollo de la agricultura ecuatoriana: el boom cacaotero que vivió el Litoral entre 1870 y 1920, que dio origen al capitalismo costeño.

Una imagen de 1903 muestra los tendales de cacao en Guayaquil, en una época en la que los obreros secaban el grano en las calles y los sacos eran transportados en carretas para la venta.

En la reseña escrita por Rafael Guerrero se explica que la producción se elevó de 214.108 sacos a 1’079.252 entre 1877 y 1916. Pero con el desarrollo del sector también vino la migración y en 40 años la población en las provincias costeñas creció de 224.717 a 1’115.264, la mayoría de la Sierra.

Otro efecto de ese desarrollo fue la alta concentración de tierras en pocas familias que alcanzaron un amplio control territorial por relaciones de parentesco. Por ejemplo, la familia Aspiazu llegó a tener 59 propiedades y los Seminario 40.

A inicios del siglo XX, la inauguración del Ferrocarril, durante el gobierno de Eloy Alfaro, llevó el desarrollo a la Sierra, pues puso en contacto pueblos, mercados y haciendas. Pablo Ospina reseña que “el tráfico nacional se dinamizó de 44.000 toneladas de mercancías en 1910 a 164.000 en 1929”. Una fotografía de 1910 evidencia el trabajo de los campesinos de Carchi en la cosecha de papas, casi un ritual en el que padres e hijos participaban.

La producción de caucho es el hito agrícola de la Amazonía, particularmente en la zona de Archidona (Napo). Imágenes de 1910 y 1921 muestran el proceso para extraer la goma del tronco, en el que trabajaban los indígenas de la zona.

Con este trabajo el Magap recuerda el Año Internacional de la Agricultura Familiar Campesina.