El calzado nacional vende más durante la temporada escolar
“Son las 11:30, apúrese, apúrese, por favor”, replicaba con insistencia Noris Cobeña de Quimí en el local de zapatos Victoria, ubicado cerca del Mercado Central. Ella no paraba de ver su reloj. Su hija Belén debía entrar a clases antes de las 13:00 en el colegio Otto Arosemena Gómez.
A modo de justificación, dijo que al almacén recién le llegó el número del calzado de su hija. “La preferencia de nosotros es lo nacional, que son excelentes, duraderos y no tan costosos como los importados. Acabo de pagar $ 18, mientras que los de afuera (importados) están sobre los $ 50”, dijo.
Las líneas de calzado nacional Bunky y Venus son las preferidas por los jefes del hogar. Los distribuidores autorizados de estas dos marcas tienen una sobredemanda en esta fecha, a tal punto que en el almacén ubicado en las calles García Avilés y Clemente Ballén, en las tardes, se forman columnas de personas para ingresar al local, que llegan casi a la esquina.
La preferencia a lo nacional es notoria cuando hay almacenes que lo ofertan junto a otros de similar calidad. “La gente sabe por experiencia vivida de lo bueno que es el calzado nacional.... No se despegan, ni se descosen. Es lo ideal para las clases. Los hechos aquí son los primeros en acabarse. Mis clientes que llevan el colombiano o el brasileño lo hacen porque se han cansado de buscar en otros almacenes”, relató Juan Fuentes Robles, dependiente del almacén Christian’s, situado cerca del sector comercial conocido como la Bahía.
Indicó que la inclinación a lo nuestro es notoria en las otras plantas provenientes de las fábricas de Ambato, Riobamba y Cuenca. Marcas Passoli, Linos, Skipper, entre otras, que son también elegidas por los consumidores porque, aunque no son de similar característica a las más demandas (Bunky y Venus), la gente conoce que son de buen cuero y por ende más resistentes al clima húmedo de Guayaquil.
Impulso al sector
La venta del calzado escolar de producción nacional desde el año 2009 hasta la actualidad tiende al alza porque el Gobierno hace 3 años suspendió las salvaguardias a 650 productos y aplica el arancel, haciendo de este producto importado más caro que el nacional.
Ante esta decisión gubernamental, Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara del Calzado de Tungurahua (CALTU), indicó que en el 2008 los “600 productores de calzado entregaron 13 millones de pares de zapatos (escolar, deportivo y casual), en el 2011 son 3.500 productores, que entregaron 28 millones de pares”. Lo cuál, mencionó la dirigente, obligó a los productores a capacitarse para obtener “calidad, cantidad y producción”.
Este criterio es compartido por Calixto Peñaloza, propietario de la empresa V Carchi, dedicada a la confección del calzado femenino desde hace 12 años, pero que desde hace 6 ha incursionado en el área escolar en pocas cantidades.
Sin embargo, anotó que el año pasado distribuyó en la Costa 4.500 pares de zapatos y ahora entregó 6 mil pares.
El producto es diferente al de años anteriores, aseguró el empresario, porque para vender calzado que dure al menos un año tuvo que realizar un estudio de mercado, tomando en consideración, comodidad, suavidad del cuero y de la planta, para que duren en un clima húmedo, característico de la zona donde inició el período lectivo.
Gonzalo Toro, presidente del gremio artesanal de profesionales del calzado de Guayaquil, indicó que en la Costa el índice de producción de zapato escolar no llega al 1% de toda la producción nacional. “Estamos dedicados a la confección de sandalias; pues en la urbe porteña producimos el 70% de la demanda nacional”, acotó.
Para hacer competitiva la industria del calzado, Villavicencio indicó que se han visto obligados a buscar capacitación de países como España y Brasil, en lo que se refiere a corte, detallado, montaje, diseño y comercialización del producto. Aquello permitirá aprender de las experiencias extranjeras.
“El propósito es estar listos el próximo año cuando se levantará en el país la restricción a las salvaguardias y aranceles para exportar los zapatos, zapatillas y sandalias de producción nacional”, indicó el empresario.