Tiene apenas 5 años en el país, pero la industria del ensamblaje de motocicletas ha crecido saludablemente y generado un movimiento económico nada despreciable, de $ 300 millones anuales.

Oswaldo Landázuri, presidente de la Asociación de Empresas Ensambladoras de Motocicletas y Afines (Aeame), mencionó que los beneficios del sector son amplios considerando que genera puestos de empleo (un estimado de 6.000), y también tiene un importante impacto social al ser la motocicleta un instrumento de trabajo para muchos ecuatorianos.

Actualmente en Ecuador salen al mercado un promedio de 120.000 vehículos al año, y de estos, alrededor de 85.000 (70%) son armados localmente; sin embargo, su componente de piezas y partes nacionales es todavía bajo: 5%. Esto pone en apuros a la industria en un momento en que el gobierno demanda un incremento del 20% este año, como parte del proceso de cambio de la matriz productiva.

Aunque el titular de la Aeame aseguró que el sector está “alineado” con la “lógica” gubernamental de buscar un mayor desarrollo de la industria -en parte como una retribución por un menor arancel a la importación del CKD (partes y piezas) frente al de la moto armada- consideró que el régimen debe dar un tiempo prudencial.

“El gobierno hace un sacrificio fiscal, pero no tiene claro que para lograr una mayor agregación se requiere de un plazo y de reglas para que los inversionistas puedan tomar decisiones según el tiempo establecido”, dijo el empresario.

Bajo tales parámetros, a Landázuri le preocupa que la importación de motos armadas se vuelva más atractiva y sencilla, por lo que, para evitar una afectación, sugirió implementar medidas pararancelarias como cupos o normas de calidad.
No quiso precisar tiempos, pero calculó que podría tardar entre 4 o 5 años más.

Faltan proveedores

La preocupación del sector por alcanzar este año un porcentaje mayor de componente local es sustentada. La falta de proveedores locales hace que, para las ensambladoras, el tema quede por ahora en buenas intenciones.

En Ecuador, 5 empresas fabrican volantes, parrillas, protectores de motor, baterías, adhesivos, asientos y otros accesorios, pero no hay llantas ni las bases de los asientos, lo que genera molestias en el proceso de armado, expresó Francisco Páez, gerente de DKParts, ensambladora que coloca en el mercado alrededor de 4.000 motos al año y posee una capacidad de ensamblaje de 25 unidades por día.

“Necesitamos proveedores que nos den calidad y cuyos productos cumplan con los requerimientos de la marca, pero es difícil porque no tenemos fabricantes especializados; por ejemplo, solo hay uno de batería”, expresó Páez, lo que no considera “sano” para el sector.

Un criterio similar tuvo Andrea Jiménez, gerente de Marketing de la ensambladora cuencana Vycast.

La ejecutiva participó la semana pasada en el encuentro empresarial Autopartes 2014, organizado por el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro), en Guayaquil, cuyo objetivo fue acercar a fabricantes y distribuidores a la industria ensambladora.

Si bien durante la rueda de negocios Jiménez pudo dialogar con representantes de compañías grandes, como Pica, interesadas en fabricar accesorios de plástico, aseguró que esto podría llevar un tiempo ya que las empresas solo desean conocer cuáles son las necesidades de las ensambladoras, sin “ninguna oferta en concreto”.

Ambos ejecutivos admitieron que empresas como Dacar, fabricante de baterías, han hecho un importante esfuerzo en inversión y alcanzado un buen desempeño en el sector, pero aseguraron que no es recomendable que 16 ensambladoras trabajen con un solo proveedor.

Diego Egas, subsecretario de Industrias y Productividad, señaló el viernes que tan pronto como empiecen a funcionar las industrias básicas de siderúrgica y plásticos, Ecuador podrá fabricar, incluso, un automóvil 100% nacional. Esto estaría previsto para el 2018.

Jiménez destacó que existe interés por parte de las empresas, y por ello les recomendó realizar estudios para conocer las necesidades del sector y ofrecer algo puntual.

Datos

Oswaldo Lanzázuri, presidente de Aeame, estima que habría un millón de motos circulando en Ecuador.

Cada año, 85.000 motocicletas son ensambladas y comercializadas en el mercado local.

Son 17 ensambladoras registradas y ubicadas en diferentes zonas del país.

Los CKD (partes y piezas) ingresan con un arancel del 5,27% y la moto terminada, con el 30%.

Según el Mipro, en 2018 estarán listas las industrias siderúrgicas y de plásticos.