Publicidad
Entrevista / ron hochstein / presidente de lundin gold
El 64% del material extraído en Fruta del Norte será reutilizado en la mina
En las próximas semanas, el Estado ecuatoriano analizará los planes ambientales de Fruta del Norte, el primer proyecto minero a gran escala del país. Ron Hochstein, presidente y director ejecutivo de la concesionaria Lundin Gold, explicó a EL TELÉGRAFO las propuestas para la remediación en la zona.
¿Cuál es la extensión del área de influencia directa del proyecto?
Fruta del Norte está ubicado en una concesión de 5 mil hectáreas (ha). Si hablamos del impacto que tendrá toda la infraestructura asociada con el proyecto, entonces son 350 ha de influencia.
¿Qué volumen de tierra será extraído y cómo se lo manejará?
Fruta del Norte es una mina subterránea y eso minimizará su impacto en la superficie. Se extraerán unos 20 millones de toneladas de roca. Durante la fase de explotación, el 64% del material pétreo extraído será reintroducido bajo tierra. La parte ‘estéril’ de ese material pasará a una molienda y lo que quede lo combinaremos con cemento para reintroducirlo a la mina y mejorar así su estabilidad. Por tanto, la mayor parte de los desechos de la extracción regresarán bajo superficie, lo cual reducirá el área superficial que deberá ser gestionada. Esta práctica es única en la industria de la minería subterránea.
El 36% restante será tratado almacenándolo en un “dique de colas”, es decir, en un valle que se irá llenando con el material y en el cual se colocará posteriormente una capa vegetal para que no exista impacto ambiental. Ese dique está dentro del área del proyecto.
¿Existen moradores en ese valle?
En la zona de influencia directa de Fruta del Norte habita una pareja que nos solicitó ayuda para su relocalización, porque viven muy lejos de la parroquia Los Encuentros y quieren cambiar de lugar de residencia debido a su edad y estado de salud. Para este reasentamiento voluntario, aplicaremos los mejores estándares internacionales, es decir, las normas de desempeño de International Finance Corporation. Estas normas le exigen a una empresa demostrar que, después de su reubicación, las personas están en mejores condiciones que antes.
Por eso, estamos planificando con ellos el diseño de su nueva casa, la cual estará ubicada en el lugar que ellos deseen.
¿Cuáles son los requerimientos de agua y cómo se gestionará el uso de los recursos hídricos?
Una vez que salen de la mina, las rocas con mineral pasan por un proceso de trituración y molienda. Después de atravesar el molino, la materia prima adquiere el tamaño de granos de arena. El agua se necesita para desplazar el material arenoso hasta la planta de procesamiento donde se extraerá el oro. Este es el uso principal del agua en Fruta del Norte.
Por otra parte, nuestra gestión del recurso hídrico está basada en 3 principios. Primero, intentamos evitar que exista “agua de contacto”, es decir, que el fluido ‘toque’ el proyecto mismo. Por eso, desde un inicio, la mina y su infraestructura asociada fueron diseñadas de tal manera que podamos reducir la cantidad de agua que entre en contacto con la mina misma y, de esa modo, minimizar la cantidad de agua a ser tratada. También, dado que en la provincia de Zamora Chinchipe llueve mucho y el agua podría entrar en la mina subterránea, colocaremos pozos profundos para sacar el líquido.
Segundo, utilizaremos el agua de lluvia para el proceso de molienda del material pétreo y para transportar el mineral. Una parte del agua se irá al dique y la otra será reciclada.
Finalmente, para garantizar que la operación siempre cumpla con la normativa ecuatoriana, se utilizarán 6 plantas de tratamiento para procesar el agua que requiera ser descargada al medio ambiente.
Nuestro objetivo es minimizar el impacto ambiental.
Desde hace 8 años estamos monitoreando el agua, la biodiversidad y el aire de la zona.
A través de todos los datos recopilados, tenemos una línea de base que nos permite entender cuál es el estado actual del ambiente. Así sabremos en qué entorno estaremos operando.
Para efectos de la gestión ambiental, ¿qué acciones implementa Lundin con quienes residen en la zona del proyecto?
Hemos trabajado con las comunidades para conocer sus preocupaciones y procesarlas conjuntamente.
En este mismo momento existe una gestión de participación social en la cual las comunidades efectúan sus comentarios a la empresa y nosotros los integramos dentro al estudio de impacto ambiental para poder finalizarlo y entregarlo al Ministerio del Ambiente.
En nuestros encuentros con las comunidades, uno de los temas que siempre destacamos es la diferencia que existe entre la minería artesanal y la minería a gran escala.
A escala local, la gente conoce sobre la primera de ellas porque ha visto que los ríos ‒que tienen un color espectacular‒ se vuelven marrones por mucho sedimento. Por eso, estamos trabajando con los mineros artesanales para mejorar su desempeño. Por otra parte, estamos en un proceso cuyo objetivo es lograr que, en el lapso de un año aproximadamente, sean las mismas comunidades quienes puedan monitorear la calidad del agua. Para que esto sea posible, se requiere capacitar a los miembros de la comunidad para que, por sí mismos, ellos puedan extraer las muestras de agua, llevarlas a los laboratorios e interpretar los resultados del análisis.
Lundin no tendrá ningún papel en este proceso de monitoreo efectuado por los pobladores.
¿Existen condiciones para efectuar ese control social in situ?
La confianza y la transparencia es la base de nuestro trabajo. Por ejemplo, tenemos una relación muy positiva con la iglesia a escala provincial y local. Ellos han venido a nuestro proyecto con muchas inquietudes sobre temas tales como: ¿qué es la minería?, ¿cómo funciona la plataforma? o ¿qué estamos haciendo? Frente a cada pregunta, de manera transparente, les hemos dicho: “Vengan a mirar. Les explicaremos lo que se hace durante la fase de exploración”.
La confianza es importante en la relación entre una empresa minera y la población. Sin confianza, se vuelve difícil cualquier trabajo.
Cuando culmine la vida útil de la mina, ¿cómo quedará el paisaje?
Trabajé en el cierre de varias minas en Canadá y Estados Unidos y, al volver a esas zonas después de algunos años, se vuelve difícil decir dónde estaba la mina.
En Fruta del Norte habrá cambios de topología. Por ejemplo, allí donde había una pequeña colina, posiblemente el terreno será más llano; también la profundidad de un valle podría ser menor. Sin embargo, entre 3 y 5 años después del cierre de la mina, el bosque estará ahí y la fauna habrá regresado. Por otra parte, para construir las plataformas de exploración que suelen tener unos 20 m², quitamos la capa vegetal, la almacenamos en un centro de acopio y enviamos plántulas hacia nuestros viveros.
Cuando finaliza la perforación, y por tanto procedemos a desmontar esas plataformas, volvemos a restituir la capa vegetal.
Por eso, si regresa después de un año, usted no podrá ubicar dónde estuvieron las plataformas. (I)