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El 72,7% de los empresarios percibe buenas oportunidades para comenzar un negocio en los próximos 6 meses

El 32,6% de ecuatorianos son emprendedores

El 32,6% de ecuatorianos son emprendedores
21 de mayo de 2015 - 00:00 - Redacción Economía

Durante la presentación del estudio anual sobre emprendimientos, Global Entrepreneurship Monitor (GEM), de la Escuela de Negocios de la Espol (Espae), que se realizó ayer en Guayaquil, una pregunta quedó en el aire: ¿cómo hacer para que los ecuatorianos emprendan mejor?

Para los expertos de ese centro de posgrados no basta con que Ecuador se erija una vez más como el país de América Latina con mayor tasa de emprendimiento temprano (TEA), con el 32.6% por encima de Perú, Chile, e incluso del promedio regional, que es de 17.6%, sino que esos negocios crezcan, generen valor y produzcan empleo.

Hay una percepción general de que en el país los emprendimientos corren con una suerte de ‘mortalidad temprana’ y que los empresarios son todavía tímidos para crecer.

Las cifras lo prueban: en 2014 el 9% de los emprendedores declaró haber cerrado un negocio en los últimos 12 meses.

Muchos no logran sostener su empresa más allá de los primeros años. En el análisis sobre el ciclo de vida de los emprendimientos se concluye que el 46% de encuestados tiene la intención de emprender, el 25% es un emprendedor naciente, el 10% es nuevo, el 5% tiene un negocio de 3 a 6 años, y solo el 2% ha logrado mantener su negocio de 6 a 9 años.

En el informe se resalta que en el país hay altos niveles de espíritu empresarial, pero falta innovación.

Frente a la TEA general del país, solo el 17.7% de emprendedores  está establecido. Virginia Lasio, directora de la Espae, señaló que los emprendedores tienen muchos planes, pero no necesariamente llegan a concretarse.

Una de las razones, precisó la académica, es el sector al que apuntan los negocios, pues estos redundan en temas de alimentación y comercio, y no tienen mayor diversificación. “En un entorno en donde todos hacen lo mismo la diferencia es mínima”, sostuvo.

Durante el lanzamiento en Guayaquil, los expertos insistieron en la necesidad de educar a los emprendedores para que tengan una estrategia de crecimiento e internacionalización.

Por ejemplo, el 91% de los emprendedores tempranos no tiene clientes en el extranjero, es decir, no exporta. En cuanto al empleo, para los próximos 5 años, el 58.7% de los emprendedores nacientes (que están todavía en planes de abrir un negocio), espera generar de 1 a 5 puestos de trabajo; el 6.1%, de 6 a 19; el 18%, al menos 20, y un 16.8%, ninguno.

Innovación y políticas

Las cifras de emprendimiento en los países más desarrollados revelan un detalle: allí se emprende menos pero mejor. Los índices en Estados Unidos son del 13.8%, en Alemania del 5.3%, y en Japón del 3,8%.

Guido Caicedo, profesor de la Espae, explicó que en estos países hay mayor empleo y de mejor calidad, y  no todos se ven en la necesidad de emprender, además los niveles de educación y de transferencia tecnológica, así como las políticas públicas permiten tener empresas con mayor potencial.

“Hay mayor institucionalidad y organizaciones públicas y privadas que tienen años de experiencia”, sostuvo. Organismos oficiales que apoyan a la exportación como ProEcuador, fueron elogiados durante el evento de ayer en Guayaquil. ProEcuador generó $ 265 millones en ventas a través de los eventos comerciales realizados en 2014.

Lasio señaló que, si bien existen iniciativas gubernamentales, estas deben lograr una mejor articulación. En el caso del sector de la Economía Popular y Solidaria dijo que se ha logrado una integración de las microempresas al mercado, pero que de momento considera ‘difícil’ tener la cantidad de emprendedores que puedan entregar un producto bajo los estándares necesarios o en el volumen que les permita ser competitivos en el mercado.

“Creo que (desde el Gobierno) falta experiencia, quizás observar en otros países cómo han resultado estas iniciativas, o empezar con programas más pequeños”, indicó.

El proyecto del cambio de matriz productiva brinda, según Lasio, una transición para incorporar nuevas políticas que cubran un mayor espectro.

Por ahora, los expertos sugieren observar lo que ocurre con la población que ha salido de la pobreza por medio de estos programas. “Falta el siguiente reto y es cómo van a crecer aquellos emprendimientos solidarios. Se ha trabajado mucho en ponerlos en marcha, pero luego quién los ayuda a crecer, a catapultarlos y a hacer lo que no saben hacer”, sugirió.

De acuerdo al GEM, en Ecuador el emprendimiento por necesidad es alto todavía, lo que podría responder a falta de empleo formal bien remunerado.

Dentro de los negocios nacientes, el 30.6%  proviene de esta causa y el 34.6% por razones mixtas. En el 38.9% de los negocios nuevos se arrancó por necesidad. (I). 

El negocio avícola fue su línea de emprendimiento   

Desde las 4 de la madrugada, Dámaso Morán se levanta a preparar su desayuno y alistar las semillas para alimentar una buena cantidad de  patos que mantiene en un criadero natural en la cooperativa El Buijo 2 del cantón Samborondón, provincia del Guayas. Con este emprendimiento él  mejora la economía de su hogar.

El año pasado, con el apoyo del Ministerio  de Inclusión Económica y Social (Mies), Morán inició su negocio avícola.

Luego de acceder al Crédito de Desarrollo Humano por $ 1.200, pudo alcanzar su objetivo que era tener un ingreso que le permitiera mejorar las condiciones de vida para él y su familia.

Aunque no todo ha sido fácil para este adulto mayor, pues por efectos del invierno y las inundaciones a principios de año perdió algunos de sus pollos, ahora los patos que lograron sobrevivir son la base de su sustento.

Morán vende a $ 25 cada ave, principalmente a propietarios de fincas vecinas. La época de mayor demanda -dijo- son las fiestas de fin de año y los feriados.

“Ahora tengo mis clientes fijos que compran aves porque son grandes y gordas”, relató.

Su esposa, María León, señaló que  la actividad que desarrollan en su propia casa contribuye al vínculo familiar, ya que se apoyan mutuamente en la tarea de crianza de los animales. (I).

Madre de familia sobrevive con  crianza de cerdos

El recinto ‘Los Ángeles’, habitado por 50 familias, se ubica en la zona rural de Durán hasta donde se llega mediante sencillas canoas que trasladan a los campesinos desde la cabecera cantonal.

Florencia Duarte es una de las moradoras que se dedica desde hace  varios meses a criar cerdos como una manera de sostener a su familia compuesta por 2 hijos, de 15 y 6 años.

La mujer representa a un numeroso grupo de emprendedoras ecuatorianas que no dudan en respaldar la economía del hogar implementando y administrando su propio negocio, mientras su esposo se dedica al cultivo de la tierra en esta zona de extensos arrozales en la provincia del Guayas.  

Duarte se decidió por la actividad  luego de recibir capacitación por parte del Ministerio de Inclusión Económica y Social (Mies).

Ella vende los animales en un promedio de $ 150.   

Esta madre de familia es receptora del Bono de Desarrollo Humano (BDH) desde hace varios años  y a través del  acompañamiento técnico del MIES pudo acceder a un Crédito de Desarrollo Humano por $ 1.200.   

“Aquí hay pobreza, pero muchas ganas de trabajar”, apuntó la mujer.

El Mies, a través de la Dirección distrital Durán, ha entregado en lo que  va del año  589 créditos, lo que contribuye a fomentar emprendimientos locales. (I)   

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