Estados Unidos y China retomarán este jueves 10 de octubre de 2019 las conversaciones de alto nivel con la finalidad de tratar de rebajar las tensiones comerciales entre ambos países.

Los diálogos se producirán apenas una semana antes de que Washington aplique una nueva ronda de subida de aranceles a las importaciones chinas, confirmó este lunes 7 de octubre de 2019 la Casa Blanca.

“Ambas partes tratarán de avanzar sobre las negociaciones entre funcionarios de menor rango de las pasadas semanas”, manifestó la portavoz presidencial, Stephanie Grisham, en un comunicado.

La funcionaria añadió que los temas de discusión incluirán la transferencia forzada de tecnología, los derechos de protección intelectual, servicios, barreras no arancelarias y garantías.

La delegación estadounidense estará encabezada por el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en tanto que la contraparte china será liderada por el vicepresidente de esa nación, Liu He.

El encuentro se producirá días antes de la nueva subida de aranceles, que está prevista para el 15 de octubre, del 25 al 30% a las importaciones chinas por un valor aproximado de $ 250.000 millones.

El pasado 1 de septiembre de 2019 tuvo lugar el último episodio de la guerra comercial que enfrenta a Washington y Pekín, con la entrada en vigor del incremento del 10 al 15 % sobre las importaciones chinas por valor de $ 112.000 millones.

Como represalia, el gobierno de China puso en marcha los aranceles de entre el 5 y el 10% a todos los productos estadounidenses que están valorados en $ 75.000 millones.

Trump advirtió tras la imposición de esos nuevos aranceles que si es reelegido en las elecciones presidenciales de 2020 será “mucho más duro” a la hora de negociar un acuerdo comercial con el país asiático.

Manifestó que “mientras tanto la cadena de suministros” proveniente del gigante asiático se “desmoronará”. Con este conflicto, Trump se ha fijado la meta de equilibrar el intercambio comercial entre los dos países, que es ampliamente favorable a China, pero hasta ahora y pese a la imposición de los aranceles ha tenido poco o nulo resultado.

Las tensiones comerciales entre las dos mayores economías mundiales, desatadas tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en 2017, van más allá de las relaciones bilaterales y tienen profundas consecuencias globales.

En sus últimas previsiones de crecimiento global, divulgadas en julio, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó sus proyecciones de expansión global al 3,2% este año, una décima menos que en abril, lastradas por las dudas sobre la posible solución de esta controversia. (I)