El próximo 20 de mayo iniciará la primera fase de vacunación contra la fiebre aftosa, según la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad).

En la fase de 2012 se vacunaron 4’530.890 reses y en el nuevo período se prevé aumentar los niveles de bovinos vacunados. Para esta fase, la entidad cuenta con 5,5 millones de dosis, de las cuales 500.000 se tenían como reserva estratégica.

En el año, Agrocalidad ejecuta dos fases de vacunación contra la fiebre aftosa: la primera en los meses de mayo y junio, y la segunda fase en noviembre y diciembre, ambas duran 45 días ininterrumpidos en el territorio nacional.

Diego Vizcaíno, director ejecutivo de Agrocalidad, dijo que Ecuador mantiene su estatus sanitario, gracias al compromiso del sector ganadero, que permitió una cobertura de millones de reses vacunadas y así lograr 22 meses sin presencia de esta enfermedad, que causa  pérdidas económicas en el  país.

Recalcó que aunque las reses fueron inmunizadas contra la fiebre aftosa el año pasado, es importante que sean nuevamente vacunadas. “De este modo se mantienen los niveles de inmunidad y evita que se presente un brote de aftosa. La aplicación  no produce abortos a las vacas, al contrario las mantiene protegidas”, manifestó Vizcaíno.

Al acceder a la vacuna no se cobrará ningún tipo de impuestos, debido a que es un plan exclusivamente sanitario. De este modo se logra que Ecuador exporte productos y subproductos de origen animal. Las autoridades sanitarias  aspiran a obtener la certificación para el año 2015 de país libre de fiebre aftosa por parte del Organismo Mundial de Sanidad Animal (OIE).

Para José Zambrano, presidente de la Asociación de Ganaderos de Chone, provincia de Manabí, la colaboración es mutua entre ganaderos y el servicio sanitario, por lo que esperan contar pronto con la calificación de país libre de aftosa, para así comenzar a exportar los productos provenientes de las reses.

Además, aseguró que al ganado ecuatoriano se lo engorda en potreros y no con grano como en otros países, lo que le daría un punto más a la calidad de la carne.

Zambrano destacó que el objetivo de esta campaña es vacunar el 100% de ganado para erradicar la enfermedad y así exportar la carne en beneficio del sector. “Estamos en el peor momento con el precio del ganado y al poder exportar mejorará la situación. Estamos pidiendo a los ganaderos que vacunen las reses, ya que nosotros somos los mayores beneficiados”, acotó el dirigente.

Para esta primera fase, Agrocalidad cuenta con 160 técnicos veterinarios en todo el país, que tienen el apoyo de unos 1.150 brigadistas que son los que realizarán la aplicación de la dosis, la cual mantendrá su costo de 30 centavos de dólar para el productor, dijo Javier Vargas, director de Sanidad Animal de Agrocalidad.

Juan Pablo Grijalva, gerente general de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO), indicó que dicho programa sanitario es un éxito, lo cual les ha permitido abrir las puertas de nuevos mercados para el sector lechero. “En 2012 logramos exportar 20 millones de dólares en leche a Venezuela y Colombia, lo que nos demuestra que estamos creciendo”, detalló Grijalva, quien añadió  que los ganaderos esperan que el Ecuador se convierta en un país exportador de leche.

Campaña interfase

Un total de 45.861 terneros fue vacunado en la etapa de interfase, que se realizó en la segunda semana de marzo de este año. Esta es una campaña de vacunación estratégica contra la fiebre aftosa para  los bovinos jóvenes menores de un año de edad.

Según Agrocalidad, este esfuerzo se realizó a nivel nacional, especialmente en la zona endémica primaria que comprende las provincias de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas.
Esta campaña tuvo el objetivo de reducir el riesgo de enfermedades en los animales, elevando la capacidad de protección frente a la transmisión del virus de fiebre aftosa, sin reemplazar a la vacunación semestral, en la que toda la población bovina debe ser vacunada.

Vizcaíno manifestó que esta medida  preventiva responde a la gran cantidad de nacimientos bovinos que se da en el primer trimestre del año, ya que una vez concluida la segunda fase 2012, en la que  se logró un alto índice de cobertura, no se puede poner en riesgo el estatus sanitario del país, porque sería un retroceso a lo logrado por todos los ganaderos ecuatorianos.