Ecuador termina hoy con la pesca de arrastre
Son 112 barcos de la flota de pesca de arrastre del camarón marino, conocido como langostino, los que dejarán de operar desde hoy en los mares de Ecuador. Este es un hecho sin precedentes que busca salvaguardar las especies marinas, en especial los pelágicos (pesca blanca) que eran capturados en las redes de los langostineros.
La alarma oficial la dio el Ministerio de Ambiente, ente que advirtió el riesgo de la desaparición de peces en los mares ecuatorianos. Es así como, con base en ese informe, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca, a través del Viceministerio de Acuacultura, ejecutó un programa de salida de la flota que culmina hoy.
Hace un poco más de un mes se dio a conocer el plan de compensación que ofrece cupos y financiamiento para la reconversión de las naves; compra de los cupos (navíos) para quienes decidan retirarse de la actividad; financiamiento para los armadores que quieran cambiar de actividad, como al turismo; asesoría y financiamiento para que los tripulantes puedan convertirse en pescadores artesanales con sus propias pangas.
En ese tiempo la flota ya conocía la decisión de que debía salir de operaciones, señaló el viceministro de Acuacultura, Guillermo Morán, quien reiteró que solo se ha terminado ese arte de pesca. “La gran parte decidió acogerse al plan de compensación para continuar realizando actividades productivas”, dijo.
La salida de la flota, que practica el arte de pesca de arrastre, se dio con base en el Acuerdo Ministerial 020, del Ministerio de Agricultura, suscrito hace tres años. Morán dijo que el plan de compensación marcha según lo previsto y la decisión tomada es desarrollada dentro de los cronogramas ya establecidos.
Explicó que de los 64 cupos para cambio de arte de pesca, el 84% ha sido cedido. Y en el caso de los tripulantes, 250 de ellos ya están en el proceso de calificación del Banco Nacional de Fomento (BNF).
Juan Carlos Correia, presidente de la Asociación de Armadores de Barcos Pesqueros y Camaroneros (Asearbapesca), sostuvo que dicho plan "no cubre realmente la demanda del sector". Agregó que la propuesta no está apegada a un informe técnico ni económico que justifique la eliminación de la pesca de arrastre.
Los armadores (propietarios de la flota pesquera) pidieron hasta hace pocos días la permanencia en operaciones del 50% de la flota.
El arrastre consiste en el empleo de una red lastrada que barre el fondo del mar, capturando todo lo que encuentra a su paso. Es considerado como una práctica destructiva para el ecosistema.