Especial coronavirus
La economía violeta forma parte de la agenda del Estado
La economía violeta es una pieza clave para la reactivación productiva del país y del mundo poscovid-19, pero requiere del apoyo de todos los sectores involucrados, el Gobierno Nacional, las empresas y la sociedad.
El ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, en el Foro de Mujeres Líderes de Seminarium Ecuador del 30 de mayo, manifestó la importancia de promover la participación económica femenina “en este momento donde repensamos el futuro de nuestro país”.
Además, comentó su deseo de trabajar e impulsar la economía violeta, la cual busca alternativas que permitan la reducción de barreras para acceder a las oportunidades en igualdad de condiciones.
Para el efecto se promoverán los sectores más afectados para las mujeres, con capacitaciones técnicas, enfocándolas en cursar carreras del futuro, flexibilidad de horarios y políticas de trabajo en empresas privadas, entre otras acciones.
Ana María Pesantes, directora del Observatorio de la Organización y Promoción de la Economía Violeta (OPEV), resaltó la importancia de estudiar carreras que no han sido comunes en mujeres. Existe un mercado amplio donde pueden desarrollarse.
El OPEV, junto al Gobierno Nacional y el Municipio de Guayaquil, trabajan para desarrollar un plan de acción que permita incluir a las mujeres dentro de la economía del país.
Entre las acciones, la Dirección de la Mujer, del Municipio de Guayaquil, activó un programa de reactivación económica en el marco del covid-19, talleres de costura donde le da trabajo a más de 100 mujeres para crear mascarillas, que son compradas por la entidad, reactivando la economía de sus hogares.
Ecuador requiere más datos de la situación femenina
En Ecuador existen pocos datos de la realidad de las mujeres en los que se pueda basar para desarrollar política pública, que les permitan a ellas ingresar al mercado laboral y en puestos directivos.
La encuesta de septiembre de 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) dice que el 53% de las mujeres en Ecuador están desempleadas y de ese porcentaje, el 34% renuncia voluntariamente (ver infografía).
Como el caso de Ángela Torres, de 37 años, quien vive en el cantón Daule (Guayas), es enfermera profesional, hace cuatro años tuvo a su última hija, lo que la obligó a dedicarle más tiempo a su hogar y dejar de lado su profesión.
En la actualidad supervisa los estudios de sus hijos, además cuida el delicado estado de salud de su esposo. No pierde las esperanzas de encontrar un trabajo y ayudar en la economía de su hogar.
La OPEV continúa investigando la situación de las mujeres y, con esa data, generar los planes de acción que requiere el país.
Retos de las mujeres
Fernanda Cadena, gerente comercial de Doctorisy, cree que es importante desmitificar los roles del trabajo de las mujeres al contratarlas. Existen empresas que, para ciertos perfiles más técnicos o cargos gerenciales, “a veces enfocan la búsqueda hacia un género”.
Lo cual no tiene nada que ver en el desempeño de la persona, pues corresponde a factores cognitivos y conductuales de experiencias. “Tenemos mucho trabajo por hacer y apartarnos del estereotipo de dejar a un lado a la mujer o madre trabajadora”. Añade que se necesita visibilidad de los nuevos modelos y roles femeninos en todas las industrias y tecnologías. (I)