La flota pesquera de camarón pomada que no fue afectada con la terminación de la pesca de arrastre en el país, ya tiene su primera veda. Desde el pasado 15 de febrero, hasta el 15 de abril, no podrán realizar sus actividades y se espera que en este espacio de tiempo haya una reproducción de los crustáceos.

La veda responde a la reforma al acuerdo ministerial 426-A, que fue hecha mediante otro acuerdo ministerial No. 019 y que regula la pesquería del camarón pomada de Posorja.

Esta es una de las políticas para la preservación del recurso consensuado entre las autoridades de pesca y el sector pesquero pomadero de Posorja, aseguró Jorge Baidal, principal de la asociación de Armadores Pesqueros Pomaderos de Posorja.

“La veda se acopla a los períodos de desove de los camarones pomadas, debido a la ausencia de lluvias. Es por eso que el sector se ratifica en que la veda al camarón pomada va en función de las lluvias y temperaturas del mar, ya que por tradición conocemos de la evolución del crustáceo y sus características de desarrollo”, dijo.

Indicó que los comuneros de Posorja se mantienen en operación gracias a las políticas pesqueras autogestionada que garantizan la sustentabilidad del recurso. Para ello han establecido cupos pesqueros y zonas estrictas de pesca (corralitos pesqueros) que son de aplicación obligada.

En el tiempo de veda se prepara realizar un estudio de la especie que consistirá en que dos embarcaciones, saldrán a faenas y chequearán en qué estado (tamaño y edad) están los camarones pomadas.