Hace más de 2 meses el gobierno aplicó salvaguardias a cerca de 3.000 partidas para evitar mayor salida de divisas
Desde junio se esperan efectos de sobretasas
Industrias nacionales esperan que para el segundo semestre del año se comiencen a sentir los efectos de las salvaguardias arancelarias que implementó el gobierno desde el 11 de marzo y tener una mayor demanda de sus productos.
En el caso del calzado, Juan Merino, propietario de la marca de botas industriales Jumstar, dijo que las empresas podrían tener todavía un stock de artículos importados, pero desde ya se prepara para enfrentar pedidos adicionales a los 2.000 pares mensuales que despacha desde su fábrica en el noreste de Guayaquil.
Su capacidad de producción es de hasta 10.000 pares de botas, por lo que no tendrá inconvenientes en el abastecimiento, aseguró.
El gobierno aplicó las sobretasas a inicios de marzo para cerca de 3.000 partidas como una herramienta para evitar mayor salida de divisas y enfrentar el bajo precio del petróleo.
El sector del calzado ya tiene experiencia en estas medidas comerciales. Lo vivió en 2009 y trajo importantes cambios en la industria, aseguró Gonzalo Toro, empresario y presidente del Gremio de Artesanos Profesionales del Calzado (Graprocal).
Toro señaló que hasta entonces Ecuador producía alrededor de 13 millones de pares de zapatos al mes, con una demanda nacional de 31 millones, lo que significa que la industria cubría apenas una pequeña parte. Las importaciones -agregó- llegaban a 51 millones de pares.
Actualmente, de acuerdo con las cifras de Graprocal, el país produce al menos 36 millones de pares de zapatos con una demanda nacional de 38 millones. “Queda un margen que lo cubre el calzado deportivo de marcas reconocidas que se compra en cualquier lugar del mundo por el nivel de tecnología aplicado en su fabricación”, señaló Toro.
Si bien el último informe de balanza comercial del Banco Central del Ecuador (BCE) no arroja una disminución de las importaciones, que fueron de $ 5.791,4 millones hasta marzo, los industriales confían en que el mercado reaccione a favor del producto nacional por su calidad y precio conveniente.
Nelson Arias, propietario de la fábrica de calzado masculino D’Aron, señaló que un par de zapatos de su marca cuesta entre $ 50 y $ 55 y uno importado puede llegar a los $ 120.
Aunque lograr que los consumidores confíen en el producto local no solo requiere de medidas gubernamentales, aseguró Toro, sino también de iniciativa empresarial y búsqueda de tecnificación.
El empresario, quien es proveedor de zapatos femeninos de las marcas D’Gatys y Lady Shoes para cadenas como El Rosado y Favorita, señaló que hace 5 años debió invertir al menos $ 30.000 en maquinarias para el armado del calzado. “Algunos artesanos nacionales piensan que ya lo conocen todo, pero por el contrario, uno continuamente debe actualizarse”, apuntó.
Estas marcas nacionales en conjunto producen 3.000 pares de zapatos semanales y generaron para la empresa Rey Confecciones una facturación de $ 1’200.000 el año pasado.
La capacidad de producción es de 5.000 conjuntos de zapatos a la semana, por lo que, según su propietario, será posible enfrentar pedidos superiores a lo acostumbrado.
Mientras, el sector textil se encuentra en un compás de espera similar.
El principal de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (Aite), Javier Díaz, dijo que si bien es prematuro hablar de beneficios para la industria, se ha podido notar un acercamiento “inusual” de comercializadores hacia productores locales.
La mayor expectativa del gremio se centra en la realización, el próximo martes, de una rueda de negocios en la que se darán cita al menos 80 compradores y 50 vendedores, y en donde se podría tener una dimensión de las nuevas necesidades. Por ahora los cupos fueron cubiertos, lo que sugiere el éxito del encuentro.
Según cifras del Servicio Nacional de Aduana (Senae), las sobretasas generaron, en 2 meses, recaudaciones por $ 70,47 millones. (I)