“Desde Ecuador se podría exportar nueva tecnología para el mundo”

Un fondo público de $ 10 millones para capital de riesgo estará a disposición de los ecuatorianos con proyectos innovadores. La gestión estará a cargo del Ministerio Coordinador de la Producción y su meta es desarrollar la industria local con potencial para exportación.

En un año que se avizora difícil   económicamente, ¿existen las condiciones para fomentar la producción e innovación?

La caída del precio del petróleo, la devaluación de las monedas vecinas y la reducción de las ventas de materias primas -de flores al mercado ruso, por ejemplo- hacen que entre menos circulante a la economía. Y si bien se trata de un episodio coyuntural, nuestra responsabilidad es reducir el impacto. La intención es inyectar dinero a la economía, a través de los $ 7.500 millones provenientes de China, para proyectos encaminados a la generación de empleo con alto componente local. Por ejemplo, este año se priorizará la construcción de vivienda y está previsto invertir cerca de $ 2.000 millones porque es un sector con  un 70% de componente nacional. Se trata de proyectos de vivienda  cuyo costo oscile entre $ 60 mil y $ 65 mil.   

¿Cómo incide esta coyuntura en el proceso de innovación?

Para impulsar la innovación y el emprendimiento se necesitan recursos y la fuente más óptima de  financiamiento es la que proviene de los denominados capitales de riesgo. Al impulsar fondos de esta naturaleza procuramos que los recursos sean tanto públicos como privados. Cuando se trata de recursos privados, incluso puede ser inversión extranjera pero para fomentar programas especialmente en el área tecnológica. En las primeras etapas del proyecto puede recaer en el Banco de Ideas -que promueve la Senescyt- y se apoya con capital semilla no reembolsable a los emprendimientos con base tecnológica en el sector productivo. Para los proyectos que van directo al sector productivo se buscarán fondos de capital de riesgo y partimos de un prototipo comercial, eso evitará que el ingenio de los ecuatorianos se quede detrás del escritorio y se pueda comercializar, incluso, en el extranjero.

¿En qué sectores ve el Gobierno mayor potencial de innovación?

Aquello que tenga base tecnológica, por ejemplo, la agroindustria. Pero eso no es únicamente, se trata de no poner límites a la mente humana. A través de este servicio haremos realidad los proyectos que pusimos a conocimiento de la ciudadanía en laFeria Innópolis (realizada la semana pasada).

Allí las personas palparon las distintas etapas que corresponden a la inversión de riesgo. Por ejemplo, estuvo una empresa que desarrolla nanotecnología aplicada a semiconductores eléctricos, es decir, disminuye el tamaño de los transformadores de energía. Por ejemplo, una laptop depende de un cargador y con este sistema dejaría de depender del transformador. Con esta tecnología, en el caso de los vehículos eléctricos se podría desarrollar baterías de menor tamaño y peso que, a la vez, le proporcionaría mayor autonomía al automóvil. A esta empresa se han acercado varias compañías del mundo interesadas en este tipo de productos.

Cuando ves una central de distribución de energía eléctrica que tendrá una o dos cuadras de dimensión con esta tecnología podría reducirse a un contenedor. Para mí, esto es el equivalente a lo que hizo Intel en Costa Rica y pensar que desde Ecuador se pueda exportar este tipo de tecnología nueva en el mundo. Y a través de los contactos que hemos hecho ellos estarían interesados en tener su fábrica principal en Ecuador y han venido científicos de distintas nacionalidades que esperan que nosotros apoyemos este tipo de proyectos, que de hecho ya están en fase de evaluación.  

En Ministerio participó en la Feria Innópolis y una de las novedades fueron los vehículos eléctricos. ¿Cuál es el potencial del país para desarrollar esta tecnología?

Hace 4 años era una utopía en el mundo yhoy es una realidad en pocos países todavía, pero Ecuador podría ser parte del grupo selecto aprovechando el cambio de la matriz energética, que en 2016 tendrá las hidroeléctricas en su mayor potencial y podremos   sustituir inteligentemente combustibles por energía limpia. La idea es introducir en Ecuador estos nuevos vehículos con el fin de que, una vez alcanzada la escala mínima, se puedan fabricar baterías eléctricas y, en la tercera fase, producir vehículos eléctricos para exportar a la región.  

¿En qué nivel se encuentra la alianza con Nissan y Renault, promotores de los vehículos eléctricos exhibidos en Innópolis?

Firmamos unos documentos de confidencialidad con quienes llevan  adelante la alianza Nissan-Renault,  potencializando estas tres etapas que podrían ser viables en el país,  pero no son las únicas empresas, también se ha conversado con BYD y Kia, es una forma de tomarle la posta a un proceso que recién empieza en el mundo.

En Innópolis también estuvo  Sertecpet, una empresa que se ha  introducido en el mercado mundial, pero esta vez mostró dos productos: una bomba hidráulica inventada y patentada por ingenieros ecuatorianos que presta servicios petroleros a varios países del mundo, incluido Oriente Medio, porque maximiza la extracción de cada gota de petróleo; y un nuevo software que permite conocer en qué estatus se encuentra el pozo petrolero, sea desde un celular o una computadora. En este momento lo traducen a distintos idiomas. Este es un ejemplo de que en Ecuador se pueden hacer grandes cosas y nuestra próxima meta es construir motores, algo que ya se hace en varios países del mundo, excepto aquí. Por eso recibimos la visita de representantes de Belarús (Bielorrusia) en el estand de Innópolis con el objetivo de que a fines de 2016 contemos con una fábrica que produzca motores para tractores dedicados al consumo local y de exportación.

¿Cuál será el apoyo del Estado?

Creemos que los buenos ejemplos hay que replicarlos. En Israel, donde el 51% de sus exportaciones depende de los Start Up (nuevos emprendimientos) -generan 600 al año- empezaron con fondos públicos y actualmente todos son privados. Para generar confianza y un efecto demostrativo arrancaremos con un fondo público de $10 millones, que a la vez creará la posibilidad de generar fondos público-privados, con riesgo compartido, y también dará paso a los fondos de capital de riesgo 100% privados.

¿El fondo será para un número determinado de proyectos o se recapitalizará periódicamente?

La idea es que tengamos un portafolio de inversión y que el fondo sirva de capital semilla que, si el proyecto no da resultado, será no reembolsable, lo que es muy atractivo para esas propuestas innovadoras porque no colocarán ningún tipo de garantía económica, pero si la empresa crece exponencialmente recuperaremos ese fondo de capital semilla y, más adelante, habrá la posibilidad de vender acciones porque como Estado no nos interesa ser dueños de las empresas, el afán es apoyarlos al principio y luego recuperar la inversión con la venta de las acciones para alimentar nuevamente el fondo.