El analista y académico José Gabriel Castillo realiza una radiografía de la situación económica del mundo, con actores principales como Estados Unidos, China y la Unión Europea.

En los últimos dos años se ha vivido una desaceleración económica que podría continuar en este 2019. El experto explica algunas razones.

¿Qué está pasando en la economía mundial?
Durante un par de años, casi todos los países han pasado por un proceso de desaceleración. Hay varias razones: la demanda de productos en los mercados internos y la influencia de China en el mercado internacional.

Este país ha tenido un proceso de expansión con tasas de crecimiento de alrededor del 7% desde 2008. El país asiático es un gran actor en las inversiones de muchos países latinoamericanos.

¿Cómo está Estados Unidos?
Es un caso importante después de tener algunos años de inversión pública y esquema de protección al consumo. En el último período presidencial ha cambiado drásticamente su modelo y ahora es una economía cuya dinamización depende mucho de la salud del consumidor. Sin embargo este se ha reducido.

¿Qué hay de los países de la Unión Europea?
Algo propio pasa con ellos. Hay dos dilemas, el primero es el Brexit. La salida del Reino Unido de la Comunidad Europea involucra una reducción del intercambio comercial. Inglaterra es un mercado importante para los productos de los países europeos. Esto ha mantenido también expectativas bajas de crecimiento.

Países como Alemania, cuyos productos industrializados se venden al mundo, en los últimos dos años enfrentan nuevas regulaciones en el  mercado de vehículos, como parámetros de calidad, de emisiones de gases, lo que ha  significado una reducción de sus exportaciones.

¿Cuáles son las perspectivas de crecimiento de la economía mundial?
Según las perspectivas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las multilaterales, se espera que haya una pequeña recuperación, todavía muy pequeña en relación a lo que había sucedido post crisis 2008-2009, cuyo proceso de recuperación estuvo agrupado por los mejores precios del barril de petróleo que se mantuvieron altos hasta el año 2014, y que permitieron una gran expansión en muchos de estos países. Nosotros (Ecuador) también fuimos beneficiarios de todo ese crecimiento.

¿Qué significó para Ecuador tener esos ingresos?
Significó tener grandes recursos para hacer inversiones adicionales. Nuestras exportaciones también crecieron porque en ese mismo período los mercados mundiales estaban creciendo, eran condiciones favorables vinculadas con la demanda de petróleo de los mercados grandes como China, Estados Unidos y Europa, para energía, vehículo, producción, etc.

Todo esto se vio cortado para el caso ecuatoriano a finales de 2014, cuando cae abruptamente el precio del barril del petróleo de $ 100 a $ 47. Una muestra de esta caída está vinculada a la contracción de la demanda de los productos en el mundo, que han visto todo este proceso.

¿Cuál es la situación de la economía ecuatoriana?
Situaciones económicas muy complejas en este año, relacionadas a una crisis de gobernabilidad, en la cual es muy difícil hacer política fiscal.

Desde el año pasado hemos tenido procesos de deflación, que es el cambio de los precios en negativo, y eso nos muestra que el mercado del consumo está contrayéndose. Al no haber capacidad en el consumo, no hay demanda en el mercado y los precios tienden a reducirse.

Este proceso de contracción del consumo viene desde el año pasado. Tiene mucho que ver con el repliegue de la intervención del Estado en la economía, condiciones donde ya no se puede sostener ese nivel de gasto y sobre todo, el nivel de inversión que ya se ha ajustado.

¿Cuál es el impacto de ese ajuste?
Al ajustar las cuentas se tiene un impacto en el empleo, hay menos empleo en la economía, menos gente con capacidad adquisitiva y los hogares también tienen que ajustar sus hábitos de consumo.

En ese proceso de ajuste no podemos quedar bien con todos, hay que hacer un compromiso. Nosotros lo hemos llamado un nuevo pacto fiscal para el desarrollo.

Es necesario que todos los agentes reconozcan su rol y el compromiso sobre permitirle al Estado tener una estructura sostenible, de tal forma que no estemos permanentemente en cada gobierno, a la expectativa de qué nueva idea tiene que inventarse el Estado para obtener recursos para pagar los gastos y las deudas.

¿Existen condiciones para atraer inversiones extranjeras al país?
La incertidumbre que existe en el mercado internacional, por la guerra comercial de China y Estados Unidos, mantiene a los inversionistas internacionales en una situación de incertidumbre donde no hay confianza para atraer inversiones nuevas en mercados internacionales.

Esa es una de las razones por las cuales el precio del oro ha venido incrementándose, porque en situaciones de incertidumbre este metal se convierte en un commodity que tiene mejor reserva de valor.

En Ecuador, adicional a la incertidumbre mundial, la inversión extranjera directa también se frena con las regulaciones de la política fiscal y las reformas laborales y monetarias que aún están pendientes.

¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento de Ecuador?
La proyección de crecimiento es de alrededor del 0,2%, es decir, no creceremos. Depende de lo que suceda con las últimas reformas pendientes.

Viendo los indicadores y perspectivas de crecimiento regional y del mundo se espera una recuperación lenta, por lo tanto deberíamos montarnos en ese tren. (O)