En 10 años el desempleo descendió, pero la informalidad continúa alta
El último informe del mercado laboral elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), con corte a diciembre de 2018, refleja que la generación de empleo en Ecuador aún no se reactiva.
En rasgos generales las cifras muestran que el desempleo disminuyó el 0,9% frente a diciembre de 2017. La tasa de 2018 cerró en 3,7% y aunque constituye el nivel más bajo registrado desde 2007 (5%) eso no se tradujo en mayor empleo adecuado/pleno.
De hecho, dentro de la Población Económicamente Activa (PEA) la tasa de empleo adecuado pasó de 42,3% en 2017 a 40,6% en 2018; es decir, hay una variación de -1,6% en el último año.
Un total de 155.404 personas perdió su trabajo pleno en este período, lo que supera a las 77.774 que dejaron de ser desempleadas.
La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) atribuye la caída del desempleo al “proceso de reestructuración de la base económica, el reordenamiento fiscal y el reposicionamiento del sector privado como generador de puestos de empleo”, indicó la entidad en un comunicado emitido el miércoles 16 de enero.
Sobre la evolución del empleo adecuado sostuvo que “ha reflejado estabilidad” durante 2018 y que responde al “repunte de otras modalidades de empleo” enfocadas a formalizar trabajos precarios.
Diferente lectura tiene Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), quien señaló que “el mercado laboral tiene un estancamiento estructural”.
Esto se explica porque de acuerdo a los resultados del INEC solo cuatro de cada 10 ecuatorianos tienen un empleo de calidad, agregó y pone atención en lo que ocurre con el empleo no pleno.
Si bien el subempleo cae significativamente (de 19,8% a 16,5), el indicador de otro empleo no pleno sube drásticamente, de 24,1% a 28,8%, es el que más se incrementa.
En esta categoría se encuentran personas que trabajan menos de la jornada normal, ganan menos del salario básico ($ 394) y no tienen el deseo ni disponibilidad de trabajar.
A criterio de Larry Yumibanda, presidente del Colegio de Economistas del Guayas, los resultados de la encuesta laboral del INEC “no coinciden” con la realidad económica del país.
Según el experto, no se entiende que en medio de una situación económica compleja, donde se requieren de más recursos fiscales e incrementar la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, aumentara la cantidad de personas que no desean trabajar más ni percibir, al menos, el sueldo básico.
Para Zambrano, la respuesta está en que una persona que pierde un empleo adecuado no se queda esperando hasta ubicarse en otro, sino que sale a trabajar en cualquier actividad.
El comunicado enviado por la Senplades no ahonda en ese aspecto. En su lugar señaló que “el mercado registra una reconfiguración a favor de las iniciativas personales y las empresas privadas como principales empleadores”.
Joan Proaño, dirigente de Constructores Positivos, aseguró que si bien el Gobierno ha tomado decisiones correctas los resultados no sorprenden porque son producto de la transición económica.
Pero no deja de preocuparle la evolución que tiene el otro empleo no pleno, pues considera que podría tratarse de personas que desistieron de buscar un mejor trabajo por la falta de oportunidades.
Los constructores esperan que el Gobierno concrete la oferta de aumentar el valor de la vivienda de interés social de $ 40.000 a $70.000, anunciada en noviembre de 2017, con el propósito de impulsar la reactivación de la industria, pero hasta el momento no se ha cristalizado.
Grupos empresariales abogan por reformas laborales que faciliten la contratación y desvinculación de personal, a lo cual sindicatos de trabajadores y organizaciones sociales ponen reparos por considerar que se daría paso a la flexibilización.
La Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) se hace eco de las reformas como un mecanismo para que más trabajadores se vinculen al sector formal y, a su vez, recuperar la competitividad del sector productivo. La Cordes considera que las medidas adoptadas en ese sentido han sido pocas.
La Cámara de Industrias y Producción apunta a bajar las tasas de informalidad con soluciones que surjan de un diálogo nacional que involucre a trabajadores, empleadores, academia, jóvenes y otros grupos de la sociedad.
El 28 de diciembre de 2018, Richard Martínez confirmó a EL TELÉGRAFO que se alistan cambios con miras a dar mayor espacio laboral a mujeres, jóvenes y desempleados. (I)
Definiciones
Población económica activa
Son las personas que tienen 15 años y más que trabajan al menos una hora semanalmente o, aunque no trabajen, tuvieron trabajo; y personas que no tienen empleo, pero que están disponibles y buscan empleo.
Empleo adecuado/pleno
Son personas que tienen empleo y reciben ingresos iguales o superiores al salario básico unificado, trabajan igual o más de las 40 horas a la semana permitidas por ley, no importa si desean o disponen trabajar más tiempo.
Subempleo
Personas con empleo que ganan menos del salario mínimo; trabajan menos de la jornada legal, pero tienen el deseo y disponibilidad de trabajar más. Es la sumatoria del subempleo por insuficiencia de tiempo de trabajo e ingresos.
Empleo no remunerado
Personas que pese a tener un empleo no perciben remuneración. Ejemplo, trabajadores no remunerados del hogar (amas de casa) y ayudantes no remunerados de asalariados (jornaleros).
Otro empleo no pleno
Personas con empleo que tienen ingresos menores al salario básico y trabajan menos de la jornada legal, no tienen deseo ni disponibilidad de trabajar más (estudiantes universitarios, jubilados, etc.)
Desempleo
Personas de 15 años y más que no estuvieron empleadas y están disponibles para trabajar; buscaron trabajo o realizaron gestiones concretas para conseguir empleo o para establecer algún negocio. Hay desempleo abierto y oculto. (I)