Taxistas recibirán compensación del Estado
La compensación ofrecida por el Gobierno a los taxistas para que estos no suban las tarifas a los usuarios, debido al incremento de los combustibles, reanimó las críticas ciudadanas en torno al servicio que brindan los taxis.
Las quejas giran en torno al trato que dan los conductores, la falta de uso del taxímetro en la noche, el negarse a carreras de largas distancias, el estado y mantenimiento de los vehículos, y la falta de dinero para dar el cambio (vuelto) al momento de pagar la carrera.
Alexander Peña, quien vive en el sector de Carcelén, norte de Quito, no está de acuerdo con que los choferes reciban una nueva ayuda fiscal porque no ve que a cambio los clientes obtengan un trato adecuado. “Si estás en el norte y quieres ir al sur, no te llevan. Y si lo hacen te piden más plata sin poner taxímetro”, cuenta el hombre de 30 años.
Viviana Molina, empleada privada, comenta que apenas empieza la noche las tarifas se imponen a criterio del conductor. “Algunos se enojan cuando les pido que usen el taxímetro y hasta me han dicho que si no me gusta me baje del carro”.
A Julio Mosquera, que vive en Carapungo (norte), en algunas ocasiones le ha quedado la duda de si los dispositivos son manipulados a propósito para aumentar el precio, pues por una carrera hasta su trabajo (en las avenidas 6 de Diciembre y República) que normalmente ronda los $ 6 a veces ha pagado hasta $ 10 sin que haya existido en el camino mayor congestión vehicular.
Para Cristina Zurita tener un servicio eficiente en taxis legales “lastimosamente es un caso de excepción cuando debería ser la regla”.
En un breve sondeo hecho por EL TELÉGRAFO en redes sociales sobre la atención que brindan los taxis legales, de 991 votos registrados el 64% calificó al servicio como “malo”.
A cambio de mantener los precios de las carreras, el Gobierno acordó con el gremio amarillo otorgar un cupo mensual de gasolina extra y ecopaís, manteniendo el precio de $ 1,48 por galón; es decir, sin aplicar el incremento de $ 0,37 que rige desde el 26 de diciembre de 2018.
La compensación se dividirá en tres categorías, dependiendo del tamaño de las ciudades. En las urbes grandes como Quito, Guayaquil y Cuenca cada taxista podrá usar hasta 270 galones sin incremento. En las medianas el cupo será de 230 galones y en las pequeñas 210.
El consumo se devengará con tarjetas prepago que serán distribuidas por el Banco del Pacífico para ser empleadas en todas las estaciones de servicio del país.
Jorge Calderón, presidente de la Federación Nacional de Taxis (Fedetaxi), no desconoce las quejas ciudadanas y responde que en el caso de los taxímetros esto sucede por falta de control de las autoridades municipales y de tránsito.
Explica, además, que la Federación creó el primer instituto de capacitación a choferes, acreditado por la Superintendencia de la Economía Popular y Solidaria, en el que brindan sin costo seminarios y conferencias sobre normas legales y atención al cliente.
“Nuestro objetivo es posicionar al taxista como guía turístico del Ecuador, cambiando su actitud”, aclara.
Cristóbal Buendía, del Observatorio Ciudadano de Movilidad, y Carlos Calero, de la firma Asesor Contable, recordaron que los taxis, por ser considerados como transporte comercial, hace años gozan de varias exenciones tributarias; pero eso no se ha visto traducido en una mejor atención.
Ejemplo de aquello es que no pagan el impuesto a la propiedad de vehículos motorizados, tampoco el impuesto ambiental a la contaminación vehicular y tienen exoneraciones de aranceles para importar vehículos.
El taxista José Durán, de la cooperativa San Blas, no desea la compensación. En su lugar pide que se prohíban las aplicaciones móviles como Uber y Cabify porque les han quitado clientela.
Durán se convirtió en taxista hace tres años cuando adquirió por $ 36.000 el vehículo y un puesto en la cooperativa, para lo cual pidió un préstamo en el banco. Cuenta que en cooperativas que trabajan en el aeropuerto Mariscal Sucre el puesto puede costar hasta $ 60.000. (I)
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Volqueteros insisten en la derogatoria de decreto
La Federación de Volqueteros del Guayas solicitó al Gobierno la derogatoria del Decreto 619, que regula los subsidios y precios de los combustibles. El gremio realizó una reunión entre la mañana y tarde de este jueves 3 de enero, en Guayaquil.
La agrupación no descarta una movilización en protesta por la medida gubernamental, advirtió José Benavides, titular de la federación.
Acotó que buscaron acercamientos con el Gobierno nacional a través de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) y otras instancias estatales, “pero no fuimos recibidos, ¿de qué Gobierno de puertas abiertas estamos hablando”, apuntó.
“Dice el Gobierno que nos quiere dar un subsidio que no ha servido para los taxistas, peor a nosotros que tenemos vehículos de mayor capacidad”, dijo Benavides.
En este sentido, sugirió que la subvención sea completa y para uso diario.
El jefe gremial confirmó que para la siguiente semana habrá una reunión nacional de dirigentes del transporte en Quito para tratar el tema y llegar a acuerdos.
Durante la reunión, a la que asistieron representantes de conductores de maquinaria, tanqueros y traileros, también se acordó la elaboración de un manifiesto que recoja la postura unánime del gremio. (I)