Crisis responde a fenómeno mundial: Fander Falconí
Para el catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Social, Fander Falconí, la difícil situación económica que vive la región responde a un fenómeno mundial que afecta con fuerza a los países latinoamericanos. Así lo señaló en una audiencia en la Asamblea Nacional.
En su opinión la economía genera un conjunto de vulnerablidades no solo por la caída de los precios de commodities, materias primas y alimentos, sino por turbulencias financieras. En 2005, cuando la economía mundial tambaleó, los perjudicados fueros los países pobres del sur, en particular los latinoamericanos y africanos, mientras que los beneficiarios fueron los países ricos.
Esta afirmación la confirma el reporte anual de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que señala que las economías ricas o desarrolladas crecieron al 1,9% el 2015, mientras que América Latina registró un decrecimiento económico del 0,5%, medido tradicionalmente sobre la base del PIB.
La economía ecuatoriana ha tenido un ciclo económico más robusto que el promedio de la región, que según Falconí le permitió alcanzar grandes logros sociales. En cambio la crisis que se vive hoy, señala, se debe debe a la desaceleración económica de China, que llegó solo al 6,8% en el 2015. Como el país asiático tiene la segunda economía del planeta y es un actor geopolítico importante en el mundo actual, “cualquier respiro en su economía tiene repercusiones en el resto del planeta”.
Agregó que a ello se sumaron las recesiones de Rusia, que decreció 3,8%, y Brasil, que tuvo una caída del crecimiento económico de 2,8% y se estima que este año alcance el 3,5%.
Falconí insistió que la ONU advierte que “algunas economías sufrirán por el frenazo chino, incluyendo a los países petroleros que han visto caer el precio del petroleo en 55% en 20 meses”.
Igualmente, enfatizó que los bancos internacionales han reducido los créditos a los países pobres en más de $ 800 mil millones. Por tanto, “hay una combinación perversa de la crisis internacional con una salida de excedentes de capitales por parte de los países pobres hacia los países ricos”.
Comentó también que ya se siente la falta de liquidez; mientras suben las tasas de interés para créditos, hay agotamiento de las reservas monetarias. En Latinoamérica se viven las consecuencias de la crisis económica mundial aunque las derechas se apresuren a decir que es producto del mal manejo de los gobiernos regionales de izquierda.
Según el catedrático, Ecuador y El Salvador tiene un conjunto de vulnerabilidades mayores por su economía dolarizada. Ambos países no pueden ejercer autónomamente la política monetaria y cambiaria. Si sus vecinos deprecian sus monedas, están imposibilitados de generar un piso de protección para generar ganancias de competitividad en el sector externo.
"No se puden debilitar los enormes logros sociales como la caída de la pobreza y la disminución de las distancias sociales. Es necesario modificar los sueños. Evitar el excesivo consumismo y productivismo. Volver a la esencia del para qué de una economía. El buen vivir debe ser nuestro anhelo y no el centro comercial", concluyó. (I)