Yo ya tengo unos cinco años vendiendo zapatos ecuatorianos en locales de Esmeraldas y Santo Domingo y debido a la emergencia sanitaria nos tocó cerrarlos. Esto nos trajo complicaciones porque teníamos pagos pendientes a proveedores y a los dueños de los locales que arrendamos. Estos últimos afortunadamente fueron diferidos para cancelarlos luego, pero de todas maneras había que generar ingresos para poderlos cubrir.

El peso de la pandemia fue muy fuerte en nuestro negocio, al igual que para muchos otros similares. Sin embargo,  teníamos que buscar más formas de seguir trabajando para seguir comiendo, seguir resistiendo. Además tenía que ver por mis ocho colaboradores que también tienen que mantener a sus familias.

Cuando salió el crédito Reactívate Ecuador con Banco del Pacífico, apliqué con todos los documentos que solicitaban y me aprobaron rápido por el buen historial crediticio y porque todos los documentos estaban al día. Entonces obtuve $ 30.000.

El crédito me ayudó a pagar a los proveedores pendientes, una parte de los arriendos y a comprar más mercadería. Como el financiamiento es en efectivo, pude comprar los productos de remate con precios muy buenos.

Incluso viajé a Guayaquil para proveerme de más insumos nacionales.

No despedí a ningún empleado y tampoco bajé sus sueldos.

El crédito en realidad fue una luz. Sin este financiamiento no hubiera podido subsistir. Estaría endeudado y sin mercadería para seguir trabajando porque los proveedores no me hubieran dado mercadería para continuar vendiendo. (O)