La producción local de maíz duro amarillo ya cubre el 80% de la demanda nacional, lo que significa que en el  país habrá autoabastecimiento y, por ende, no importará el grano en  2014.

La subsecretaria de Comercialización del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap), Carol Chehab, anunció hace poco que este año se superaría  el millón de toneladas de maíz, pero que todavía se hacen los inventarios para saber detalladamente cuánto se cosechó en las temporadas de invierno y verano.

Estos avances son parte del Plan de Mejora Competitiva del  Maíz (PMC) que arrancó en   2011 con un acuerdo entre industrias locales, el Magap y el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro). El incremento productivo en el campo ha sido un punto clave en el progreso del PMC.

“Hemos constatado que los rendimientos del cultivo han mejorado; partimos de 3,5 toneladas por hectárea al año y pasamos de 4,5 a 5,  incluso  6”, señaló Chehab.

Agregó que para la temporada de invierno de 2014 (que empezó el mes pasado) se  trabaja  con fuerza en el uso de semillas certificadas para que el agricultor obtenga un rendimiento duplicado.

Además, se estima que 70.000 hectáreas de cultivo (alrededor de 25.000 agricultores con menos de 10 hectáreas) podrían ser beneficiados con un subsidio de alrededor de $ 200 en  paquetes tecnológicos, cuyo precio regular está  entre los $ 600 y $ 700.

Estos contienen semillas híbridas de maíz, fertilizantes y agroinsumos, productos que son los que más encarecen la cadena productiva. En el plan de  2013 se cubrió un total de 30.000 hectáreas.

Exportación y competitividad

Las importaciones del grano, insumo indispensable para la elaboración de alimentos balanceados, se   redujo paulatinamente en los últimos años, pasando de 350.000 toneladas en 2011 a 24.000 en 2013. Los principales proveedores fueron Brasil, Argentina y Estados Unidos.

Andrés Pérez, vocero de Pronaca, una de las  principales consumidoras del grano en el país, expresó que el proyecto maicero se puede considerar exitoso, ya  que la producción  se  incrementó en  30%.

“Nos pusimos como meta  2014, así que ahora solo falta convencer a más agricultores para que se unan, porque con las mismas 250.000 hectáreas que tenemos, si logramos llegar a   6 toneladas de producción por cada una  habría maíz hasta para exportar”, señaló.

Ante tal posibilidad, Pérez agregó que será vital trabajar en el tema de competitividad del producto ecuatoriano frente al de otros países, pues actualmente por el quintal de maíz local se paga $ 16,50, mientras que por  el extranjero solo $ 14.

Este valor es el total por importación, aseguró  Antonio Saab, presidente de la Asociación de Productores de Alimentos Balanceados (Aprobal), es decir que incluye  el pago de impuestos, de flete, entre otros rubros.

Para el titular de este gremio, el problema radica en que el costo de producción agrícola del país es todavía alto,   alrededor de $ 9, en comparación a países exportadores, donde el campesino recibe entre $ 6 y $ 7 por quintal.

Saab sostuvo que la solución a esto es alcanzar mayor productividad. “Porque a mayor cantidad de producción por hectárea, menor es el costo de producción”, añadió.

Ambos expertos coinciden en que hay que optimizar el trabajo en el agro e insistir en la asociatividad.

Según Saab, deberían “desaparecer las unidades pequeñas de cultivo y buscar la formación de una sola cooperativa que siembre 50 ó 100,  porque no es lo mismo sembrar 5 hectáreas que 500 ó 1.000”.

“En ese momento los costos se reducen, por ejemplo, para comprar un matamaleza, el agricultor dueño de una hectárea invierte por medio litro  $   5 o $ 6, pero si 100 campesinos compran un tanque de 55 galones   les saldría a $ 1 a cada uno”, comparó.