Habitantes de las comunas de Olón, Las Núñez, San José, Río Blanco, Curia y La Entrada de la parroquia Manglaralto, provincia de Santa Elena, desde hace un año  tienen otro estilo de vida al hacer uso de sus habilidades y darle un valor agregado a la caña guadua.

La Corporación Noble Guadua le da un mayor valor económico a la planta con la cual elaboran muebles, adornos, y latillas que son utilizadas en diferentes procesos de industrialización. “Hace 5 años la caña guadua la utilizábamos para hacer los corrales de nuestros animales, luego decidimos unirnos, crear una asociación y comenzamos a venderla en los depósitos, pero pagaban muy poco”, indicó Jacinto del Pezo, gerente de la Corporación Noble Guadua.

Del Pezo, parte de las 114 familias que se benefician del programa, mencionó que antes era costumbre cortar la caña artesanalmente y en cualquier tiempo, pero ahora se lo hace técnicamente y se garantiza la durabilidad del producto. “Antes nos dedicábamos a la construcción y la ebanistería, en esos trabajos aprendimos muchas cosas que ahora nos sirven para sostener el negocio”, expresó el comunero. Enfatizó que desde que trabajan técnicamente con la caña guadua las ganancias han aumentado, incluso los trabajos son exportados a otros países.

El Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), a través de la Dirección Provincial Agropecuaria de Santa Elena y de la Unidad Técnica 2KR (Segunda Ronda Kennedy), dio asistencia técnica y otorgó recursos económicos a los productores y artesanos de la Corporación Noble Guadua de la parroquia Manglaralto,  quienes realizaron la primera venta de caña hacia Chile.

Desde enero pasado, los artesanos han aumentado las finanzas por la comercialización de unas 1.350 piezas preservadas al empresario chileno Cristian Arias, quien adquirió esa cantidad de caña guadua que fue exportada vía marítima a su país.

Según el Magap, el producto adquirido se usará en trabajos de arquitectura, tumbados, infraestructuras de vivienda, entre otros. Luis Suárez, presidente de la Corporación Noble Guadua, señaló que este proceso lo iniciaron en los últimos meses de 2012, pero por cuestiones de “papeleos” se cristalizó el pasado enero.

“Por las 1.350 piezas vendidas se obtuvo una ganancia de 11.200 dólares, a beneficio de los socios”, manifestó Suárez, tras acotar que entre las seis comunas cuentan con unas 110 hectáreas de la caña. De esa superficie, “que creemos es más”, al mes se obtienen de 600 a 800 piezas, “que se basa en un calendario lunar”, explicó.

Ivo Ríos, técnico de la Dirección Provincial de Santa Elena del Magap, mencionó que la caña guadua se siembra con una distancia intermedia de 6 metros, espacio que se lo puede utilizar para   plantar plátano, yuca o fréjol. “De esa manera, el comunero se beneficia económicamente durante el lapso de producción de la caña”, subrayó.

La caña antes de ser exportada pasa por un proceso de preservación, inmunización y secado para darle valor agregado. Se inicia con el corte del bambú en el momento indicado, explicó el técnico del Magap, tras agregar que aquello ocurre cuando la sabia (azúcar) baja a la raíz y se deja en fermentación natural para que el azúcar se convierta en preservante. Luego es trasladada al taller, donde es limpiada con agua a presión para sacarle las impurezas, tierra y hongos.

Ríos mencionó que hay otros países que están interesados en comercializar este producto, pero todavía no se concreta nada. El Magap en las próximas semanas sembrará otras 50 hectáreas.