El comercio religioso crece durante los días de Semana Santa, en especial en la colocación de crucifijos. Los propietarios de puntos de venta de imágenes reconocen el aumento en la demanda. Sin embargo, añoran los viejos tiempos cuando lograban obtener sendos réditos a sus inversiones.    

El ingreso de los productos importados con mejor acabados, provenientes de países asiáticos y de Italia fue una competencia fuerte para las costosas artesanías nacionales. 

“La producción en masa con moldes tiene un mejor acabado y un valor muy bajo que logró arrebatar el mercado a los nacionales (artesanos). Las ganancias son ínfimas y se cuentan en centavos, por ejemplo; hay crucifijos desde los $2,50 muy perfectos que difícilmente podrán competir en precio con los tallados por los artesanos de Cuenca. La gente busca lo más económico y si no lo vendemos nosotros, otros los venderán y perderemos el cliente”,  dijo   Patricia Ortiz Holguín, vendedora de imágenes.

Señaló que la competencia es dura y las ganancias tienden a ser menor que en otros años. Sin embargo, sí se gana en esta fecha religiosa que recuerda la pasión de nuestro Señor Jesucristo.    

Dijo que el fervor católico es muy espontáneo y ellos quieren adquirir un rosario, crucifijo o imagen para transmitir el amor que tienen al hijo de Dios, Jesús. Es por ello que en esta fecha, al igual que en Navidad o en el mes de María  (mayo) existe un incremento de la demanda de objetos religiosos.

Uno de los productos nuevos que adquieren con mayor demanda  en esta fecha y, no es importado, son los pequeños libros donde se explica las paradas del Vía Crucis que hizo Jesús en el camino al Calvario.     

“Es muy importante conocer nuestra fe y el documento es un instrumento que revela los misterios dolorosos de Cristo en las 14 estaciones que debe realizar en el camino al Calvario y son  los episodios más notables de la pasión”, expresa Omelia Zambrano, vendedora de artesanías.   

Agrega que las velas son otros de los productos que suben sus ventas en estos días. Durante todo el años la gente las compra constantemente para colocarlas al pie de los altares, pero en este caso es para las procesiones de Viernes Santo. “Hay personas que piden una o dos velas que no cuestan más allá de 25 centavos. En cambio, hay otras que llevan de 20 ó 30 unidades. Ellos son quienes las revenden durante las procesiones, porque la gente en ese momento las quiere para acompañar la imagen del Cristo crucificado”, recalcó Zambrano.

Los productos que más salida  tienen en la Semana Mayor evidencian los siguientes precios: cruces, desde $2,50 hasta $10; Rosario: desde $0,50 hasta $10; Medallas: desde $0,35 hasta $3; libro de vía crucis: desde $0,25 hasta los $2,00; biblias: desde $12 hasta los $30 (las de mayor valor se las obtienes bajo pedido).

Está previsto que la llegada de decenas de familias a las siete iglesias generen un repunte en las ventas. “Es hoy en Viernes Santo cuando  muchas personas vienen con sus hijos y esposa a rezar en cada una de las imágenes de las  estaciones que hay al interior de la capilla. Ellos adquieren en ese día velas, estampitas y crucifijos. Definitivamente es el día del repunte real de ventas”, aseveró.  

Las iglesias en este día se han preparado aperturando las puertas de las iglesias para recibir a los devotos creyentes.