Código busca mayor control a inversiones de la banca

El Código Monetario Financiero que sería entregado por el Ejecutivo a la Asamblea Nacional tiene como eje principal  reemplazar  21 leyes de esa área que aún rigen en el país y que la mayoría fueron dictadas para respaldar el modelo neoliberal y su concepto de que el capital está por encima del ser humano.

“Después de 7 años de Gobierno todavía tenemos las leyes neoliberales que nos llevaron a la crisis de 1999”, señaló el presidente Rafael Correa, quien lamentó que todavía no se ha logrado cerrar las heridas de la crisis de 1999.

De acuerdo al Jefe de Estado, la Ley de Régimen Monetario y Banco del Estado; y la Ley General de Instituciones y Sistemas Financieros son las que dieron paso a la crisis bancaria que golpeó al país en 1999.

“Esas leyes siguen vigentes, imagínense la gravedad de la situación. Leyes cuando la sociedad tenía que estar en función de los bancos, no los bancos en función de la sociedad. Cuando el capital tenía supremacía sobre los seres humanos”, aseguró.

El nuevo código, que será enviado en los próximos meses a la Asamblea Nacional, contempla un reordenamiento del sistema financiero local, y un mayor control sobre las entidades que entregan créditos, entre otros objetivos.

“Queremos un país donde manden los ciudadanos, y no el capital”, recalcó Correa, quien afirmó que “Ecuador está posicionando el concepto de paraísos fiscales, en contraposición de los llamados paraísos fiscales que proliferan en algunas partes del mundo”.

De su parte, el ministro Coordinador de Política Económica, Patricio Rivera, mencionó  que en el proyecto  se incluirán reformas para influir en el sistema de crédito, que son instrumentos que usan otros países y que sirven para cuidar la economía.

Asimismo, se procurará que haya control en las inversiones de las entidades bancarias en paraísos fiscales, para que no puedan ocultar sus ganancias. Rivera explicó el problema que esto genera para la sociedad, porque se estima que la tercera parte de la riqueza mundial está en esos paraísos.

César Robalino, director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), indicó que les llegó un borrador del Código Monetario Financiero con cerca de 500 hojas, el cual será analizado por el sector. “Sería muy precipitado dar una opinión sobre un texto que no sabemos cual es el que el Presidente en un momento dado cree que será el adecuado para enviarlo a la Asamblea”, aseveró Robalino.

El representante de los bancos privados enfatizó que las instituciones financieras del país no van a relajar ni a flexibilizar sus políticas de crédito. “Esto no significa que los banqueros no quieren prestar plata. De ninguna manera, ese es el negocio de la banca. Captar recursos, intermediarios y prestarlos para proyectos de inversión”, aseguró.

Robalino recalcó que a muchos clientes les parecen excesivos los trámites  de los banqueros, pero “la banca tiene que seguir teniendo esos estándares de evaluación para la entrega de créditos, porque de por medio está la estabilidad del banco y el dinero de los depositantes. Dijo que no se van a crear más dificultades para dar créditos.

Deudores de buena fe

Antes de enviar el Código Monetario Financiero a la Asamblea, el Ejecutivo  buscará reformar una ley para ayudar a los deudores de buena fe de la crisis bancaria, que luego de más de 14 años aún no pueden solucionar sus problemas.
El presidente Rafael Correa informó en septiembre del año pasado  que se prepara un proyecto de ley económica-urgente a la Asamblea Nacional,  que favorecerá a los 4.968 deudores no vinculados de la banca cerrada, quienes contrajeron haberes y  por efecto del refinanciamiento en ‘condiciones abusivas’ no pudieron cancelarlos totalmente.

Según el Banco Central del Ecuador (BCE), el monto de dinero original prestado por la banca fue de $842 millones  en 4.968 operaciones crediticias, pero más los diferentes recargos  por concepto de interés de mora, esa cantidad se elevó a $ 2.430 millones. Se cobraron los intereses del mercado, que registró un recargo de $ 212 millones; luego interés de mora por $ 1.480 millones; y gastos judiciales por $ 46 millones, con lo que se triplicó la deuda original.

Los deudores de buena fe mostraron su beneplácito por el anuncio del Gobierno realizado el sábado pasado.

Cecilia Bossano, una de los 4.968 deudores no vinculados de la banca cerrada, dijo estar emocionada por lo dicho por el Presidente  y aspira a que en la reforma se condone el interés y parte del capital que se multiplicó por 10 con la devaluación del sucre.

Resaltó que nunca un Gobierno se había preocupado por ellos y ahora sus sueños se harán realidad y van a recuperar la dignidad y esperanzas que las perdieron por los “banqueros corruptos de la época de la crisis financiera”. “El anatocismo era legal en 1999, cobrar interés por interés. Ahora el Presidente que tiene un rostro humano  va a cambiar eso”.

Bossano manifestó que se cometió una serie de delitos por parte de los bancos que ocasionó la crisis financiera que tuvo el país entre 1998 y 1999.

“Nos robaron los 15 años más productivos y mejores de nuestras vidas, los cuales nunca los vamos a recuperar, la mayoría de nosotros tenemos entre 50 y 55 años. Nuestras familias han sufrido, hasta hemos perdido nuestros hogares”, dijo.