“Camaroneros que han afectado el ecosistema deben ser sancionados”
El proceso de regularización de las camaroneras termina el próximo 16 de noviembre y revelará la realidad del sector en cuanto a las hectáreas cultivadas, sitios de asentamiento, afectación al medio ambiente, número de personas involucradas en la labor, entre otros aspectos.
Roberto Bolaños, miembro del directorio de la Cámara Nacional de Acuacultura, aclara que el gremio al que pertenece siempre ha estado de acuerdo en que todas las actividades productivas deben realizarse cumpliendo normas y estándares. Por ejemplo, restalta que entre los camaroneros, quienes han talado manglares y han afectado el ecosistema, deben recibir la sanción que indique la Ley y además reparar el daño provocado.
“La Cámara Nacional de Acuacultura no apoya ese tipo de actividad cuando no está debidamente regulada. Como dice el Presidente: los buenos somo más. Así los camaroneros buenos somos más y pienso que debemos estar en el 98% de camaroneros correctos y el 2% los malos. El camaronero que tala mangle: elimínenlo, háganlo reforestar”, sugiere el dirigente gremial.
Bolaños también se refiere a la eliminación de la pesca de arrastre y aclara estár de acuerdo con la salida de la flota, siempre y cuando esta responda a una investigación comprobada de que afecta el medio ambiente.
Dice que lleva 25 años en la crianza de camarón en piscinas y que desde siempre ha escuchado de la presencia de la pesca de arrastre, pero que jamás supo que esta actividad afectaba al ecosistema.
Duda de que los beneficiados (con la salida de la flota) sean en realidad los comuneros, porque “hay personas que se hacen pasar como tales, pero están metidos en política y no hacen nada en la actividad de pesca artesanal”.
El productor camaronero muestra satisfacción y llama acertada la decisión de eliminar la tasa por el uso de la tierra, la que debería entrar a regir desde este mes. “Esto es lo más acertado, porque nosotros no podemos exportar un impuesto”, comenta.
Spbre el tema, Reynaldo Sepa Cevallos, administrador camaronero, critica que los justificativos de que los recursos y otros fines eran para realizar investigaciones para el sector estaban fuera de contexto. “Los acuicultores han logrado salir adelante en medio de un sinnúmero de dificultades: las enfermedades, la falta de financiamiento, las inclemencias del tiempo, etc.”.
La fuerza y eficiencia del sector es evidenciada cuando se espera que afinales de 2012 haya un aumento considerable en las ventas de camarón que supera el 20% en comparación con el año anterior. En el 2011 se colocó cerca de 1.000 millones de dólares y en este año será de 1.200 millones de dólares.
El sector insiste en que está también afectado por el incremento en el precio de los insumos como el balanceado. En el mercado internacional el precio sigue en promedio de 3 dólares. “Y aún así vendemos más, porque hemos sabido salir adelante, sin los impuestos que querían imponernos”, recalca.
Indica que una muestra de la eficiencia es lo acontecido en el Congreso Acuícola en el que presentaron los avances científicos alcanzados. A la vez que aprendieron de las formas de cultivar el camarón en otros países del mundo, que lo hacen mejor que en Ecuador.
Cristian Jurado Padilla, asesor camaronero, expresa que el censo camaronero es vital para la identificación del sector; por ejemplo, la Cámara Nacional de Acuacultura maneja una cifra, el Viceministerio de Acualtura y Pesca, otra, y el Banco Central una tercera opción. Unos dicen que hay 190 mil hectáreas dedicadas al cultivo de camarón en cautiverio, pero también otras señalan 170 mil hectáreas.
Reitera que la regularización de las camaroneras hará que todas estén dentro del marco legal, en especial en el tema ambiental.
Guillermo Morán, viceministro de Acuacultura y Pesca, informa que el avance del censo camaronero está a punto de concluir y está previsto que los resultados sean entregados ennoviembre, tal como se lo ha proyectado.
Explica que los resultados servirán para crear una política correcta para el sector camaronero que debe estar regulado y al que se busca que alcance y mejore los estándares de producción y calidad.
“Con la información conoceremos cuántas camaroneras hay en realidad, cuántas están abandonadas, cuántas son ilegales, a quienes se le puede transferir su concesión.... Con ello habrá una verdadera regularización del sector”, concluye.