BM advierte sobre riesgo de desaceleración de remesas a América Latina
El Banco Mundial (BM) advirtió este viernes del riesgo de desaceleración de las remesas hacia América Latina y el Caribe ante las expectativas de proteccionismo y sentimientos antiinmigrantes en Estados Unidos.
Las remesas hacia América Latina y el Caribe aumentaron a 73.000 millones de dólares en 2016, un alza de 6,9% respecto a 2015, exhibiendo un raro optimismo en medio de una caída a nivel global no vista en tres décadas, según el informe Migración y Desarrollo del ente mundial en la lucha contra la pobreza.
Difundido al margen de las reuniones semestrales del Banco y el Fondo Monetario Internacional (FMI), el documento resalta que los emisores de dinero hacia la región "tomaron ventaja de un mercado laboral fuerte en Estados Unidos", donde viven unos 55 millones de personas de origen latinoamericano, así como de "beneficiosas" tasas de cambio.
Pero aunque las previsiones económicas de Estados Unidos son aún más optimistas para 2017, las remesas hacia América Latina deberían tener una desaceleración a 3,3%, y un monto total de 75.000 millones de dólares.
"Hay ciertos riesgos a la baja en las perspectivas incluyendo (...) la posibilidad de un aumento del proteccionismo y creciente sentimiento antiinmigrante", dijo Sonia Plaza, economista del departamento de Migración y Remesas del Banco Mundial.
Plaza señaló que esos "sentimientos" se expresan en las propuestas del presidente Donald Trump de bloquear las remesas que envían los mexicanos a su país, el cuarto mayor receptor en el mundo, y apuntó a un proyecto de ley en el Congreso estadounidense para gravar las remesas con el fin de financiar la construcción del muro fronterizo.
Según la experta, esos impuestos "empujarían el flujo de remesas hacia los canales desregulados e informales", y en consecuencia reduciría los ingresos fiscales, y aumentaría la inseguridad de las transferencias.
El flujo de remesas hacia los países latinoamericanos y caribeños también podría caer si Estados Unidos limita sustancialmente la inmigración, como ha prometido Trump.
Por los momentos, a Latinoamérica "le ha ido bien" señaló el Banco.
En México, el mayor país receptor de remesas detrás de India, China y Filipinas, los envíos aumentaron 8,8%, y se ubicó con Guatemala (+13%) y El Salvador (+6,9%) entre los países con "crecimiento robusto", según el Bando Mundial.
Del lado contrario, en Panamá cayeron 7,3% y 5,4% en Brasil, aunque el Banco Mundial espera que reboten este año.
Recuperación global
El panorama en la región contrasta con la caída global en las remesas a países en desarrollo por segundo año consecutivo, una tendencia no vista en 3 décadas, y que se alimenta con la caída de los precios petroleros y un crecimiento débil en Europa.
El informe estima que las remesas a los países en desarrollo llegaron a 429.000 millones en 2016; un declive de 2,4% sobre 2015. De manera similar, las remesas globales, que incluyen envíos a países ricos, cayeron 1,2% a 575.000 millones.
India mantuvo su posición como el mayor receptor mundial de remesas, pero también lideró la caída con un monto de 62.000 millones de dólares, un agudo retroceso de 8,9% respecto a 2015.
"Una caída de los flujos de remesas puede tener un serio impacto en la capacidad de las familias para obtener cuidado médico, educación o una alimentación adecuada", dijo Rita Ramalho, directora interina del Grupo de Indicadores Globales del Banco en un comunicado. "Millones de familias" dependen de esos envíos, señaló.
Pero el envío de remesas deberá recuperarse este año, acorde con las optimistas perspectivas sobre la economía mundial.
Luego de dos años de expectativas pesimistas, el FMI mejoró esta semana su previsión de crecimiento mundial en 2017 de 3,4% a 3,5% -en comparación con la anterior previsión de enero-, un paso modesto pero que cambia el tono de la perspectiva.
El Banco Mundial espera que las remesas a nivel global a los países en desarrollo crezcan 3,3% a 444.000 millones de dólares. (I)