Apenas 110 personas logran con equipo de vanguardia producir los 160 millones de esferos que son comercializados en un 35 por ciento en el país y el restante 65 por ciento (104 millones de unidades)  en 5 estados latinoamericanos con una demanda creciente. 

Ante ello, la fábrica ya está en proceso de ampliación. “La calidad de los productos  ecuatorianos es reconocida mundialmente y nos sentimos orgullosos de los resultados”, expresó  Betsy Juez Oyola, gerente de manufactura de BIC.

La empresa domiciliada en Francia cuenta con otras tres plantas para la fabricación de esferos ubicadas en Brasil y en México. En el país está situada en la zona industrial de Mapasingue, al este de la ciudad de Guayaquil.

La ejecutiva explica que la demanda de bolígrafos es alta en todo el año. En Colombia ya mismo se inician las clases; en Bolivia lo hacen en enero; y en Ecuador en dos épocas del año, abril y septiembre. Igual en Chile y Venezuela. Es por eso que la producción es constante, reitera.

La clave del éxito que ha tenido la planta de Guayaquil de BIC responde al compromiso que tiene cada uno de sus trabajadores en sus puestos de trabajo. Están pendientes hasta el último detalles en los procesos, señala.

En el caso de sus actividades dentro del Ecuador, indicó que además de todos los parámetros de calidad que colocan en el proceso de fabricación, el compromiso se extiende hasta el último proceso del bolígrafo antes de salir de la fábrica e incluye empaques, logística y ventas, añadió.