El Banco Mundial realizó una revisión a los escenarios de oferta y demanda que planteó en octubre de 2015
El precio del barril de crudo podría experimentar una caída del 27% en 2016
En la actual economía global, la previsión sobre la evolución de los mercados internacionales es un ejercicio sujeto a probabilidades que varían según los precios realmente alcanzados cada día. El martes pasado, el Banco Mundial (BM) realizó una actualización de los datos presentados en las ‘Perspectivas del mercado de productos básicos’ publicada en octubre de 2015.
En ese alcance se proyecta una reducción de los precios internacionales para 37 de los 46 productos básicos más importantes en el comercio mundial. También se indica una mayor desaceleración de las tasas de crecimiento en las principales economías emergentes.
En el trasfondo de estas posibles tendencias se encuentra un ‘efecto de retroalimentación’ en virtud del cual a mayor contracción del crecimiento económico, mayor caída de los precios de los bienes básicos.
El rango de variación es amplio
En el estudio del BM, la evolución de los precios del petróleo se efectúo con los valores registrados en enero de 2016 y, también, considerando los precios de los crudos WTI, Brent y Dubái. Utilizando esta metodología, se prevé que, en promedio, el barril tendrá un precio de $ 37 en 2016 y $ 48 en 2017.
El BM espera una baja adicional en el precio del barril, en términos de promedio anual, del 27% en 2016. El rango de variación de los precios podría ampliarse el próximo año. Por ejemplo, en enero de 2017, el precio esperado del barril sería $ 46,6, aunque podría ubicarse entre un mínimo de $ 27,5 y un máximo de $ 81,4. Esta última posibilidad surge de cálculos que consideran el comportamiento de los precios entre 1985-1987, 1997-1999 y 2007-2009.
A su vez, el reajuste a la baja en los precios tendenciales del crudo refleja una nueva valoración de los factores relacionados con la oferta y la demanda. Entre estos, se destaca que “las exportaciones de la República Islámica de Irán hayan recomenzado antes de lo previsto; la mayor resiliencia de la producción estadounidense a causa de los recortes de gastos y las mejoras en la eficiencia, el invierno moderado del hemisferio septentrional y la debilidad de las perspectivas de crecimiento de las principales economías de mercados emergentes”.
La recuperación sería leve
Por otra parte, se podría esperar una recuperación gradual del precio del crudo en 2016, indica el Banco Mundial. Y ello porque la caída del precio de inicio de 2016 no estaría totalmente justificada por la dinámica de la demanda y la oferta.
Para que tal recuperación suceda, se requeriría que los productores con costos altos realicen mayores recortes en la producción y, de esa manera, compensen la oferta adicional de crudo que ingresaría al mercado. También, se necesitaría un repunte de la demanda ocasionado por una recuperación moderada en el crecimiento mundial.
Sea cual fuese el caso, sin embargo, la recuperación en el precio del crudo será menor que los repuntes posteriores a las caídas abruptas ocurridas en 1986, 1998 y 2008.
Los países emergentes inciden
Desde 2000, el crecimiento de la demanda internacional de productos básicos fue incentivado por las economías emergentes. Por esa razón, una nueva desaceleración en los principales mercados emergentes reduciría el crecimiento de sus socios comerciales y la demanda de productos básicos.
“Se necesita tiempo para que los beneficios de una baja en los precios de los productos básicos se transformen en un crecimiento económico más sólido entre los importadores, pero los exportadores de materias primas sufren las consecuencias inmediatamente”, informó.
Los precios agrícolas bajarán
Para 2016, las perspectivas de la producción agrícola serían afectadas por factores como los eventuales efectos de El Niño, el bajo costo de la energía y la demanda estable de biocombustibles.
Por ello, el Banco Mundial proyecta una reducción del 1,4% en la cotización de los principales bienes agrícolas transables internacionalmente. Las mayores caídas de precios agrícolas sucederían en granos (-3,4%) y en palma, soya y sus aceites derivados (-2,2%). (I)