Banco Mundial recomienda acciones en tres actividades
Mejorar los marcos normativos del sector extractivo minero, así como el cobro y distribución de regalías son algunas de las recomendaciones que hace el Grupo Banco Mundial al país en su informe sobre el Marco de Cooperación que tiene con Ecuador (MCE).
Este es el primer MCE (2019-2023) que se prepara para el país en los últimos 12 años, producto de la apertura del actual Gobierno y contraria a la administración antecesora. Se basa en tres áreas: crecimiento inclusivo, impulso del capital humano y protección a la población vulnerable, y la sostenibilidad institucional y ambiental (ver infografía).
De acuerdo con el documento, el objetivo de la cooperación es dar “asistencia para respaldar los esfuerzos del Gobierno de Ecuador para establecer las condiciones macroeconómicas necesarias que permitan reactivar el crecimiento y, a la vez, proteger los avances sociales”.
El Banco Mundial (BM) destaca en el informe que las bases de su trabajo en el país se alinean a los pilares del Plan de Prosperidad 2018-2021 que lleva adelante el Ejecutivo.
El plan busca -entre varios puntos- estabilizar la economía, proteger a los grupos más vulnerables, fomentar la transparencia y luchar contra la corrupción.
El multilateral aplaude la apertura del presidente de la República, Lenín Moreno, para hacer alianzas con actores del sector privado y con instituciones financieras internacionales.
Continuando con las recomendaciones que el BM hace al sector minero se aconseja fortalecer las instituciones mineras y ambientales, como un modo de atraer inversiones privadas. Esto incluye mejorar la eficiencia para otorgar títulos mineros y licencias ambientales.
También se propone mejorar la consulta a los ciudadanos y su participación. Para esto, el multilateral considera que se debe reglamentar la consulta previa, seleccionar una institución neutral para promover el proceso, así como unirse a la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas.
Para el sector turístico aconseja focalizar la promoción del país en mercados de alto potencial. Así como crear una marca y una estrategia promocional.
En cuanto al sector productor de frutas, verduras y economía azul, prevé la necesidad de inversiones en infraestructura de cadena de frío y construcción de centros de acopio.
También se requerirían inversiones en diversas etapas de las cadenas de valor para garantizar el acceso a los mercados extranjeros, especialmente a Estados Unidos.
En el informe también se detallan algunos de los desembolsos que se harán durante la cooperación. La parte del MCE financiada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, por ejemplo, se basa en un volumen anual de financiamiento indicativo de hasta $ 800 millones. Esto incluye el compromiso de $ 850 millones en el primer año del MCE (2019-2020)
Para respaldar económicamente políticas de desarrollo se planificó un valor de $ 500 millones y para una operación de $ 350 millones para proyectos de inversión.
El viernes 14 de febrero, Moreno se reunió con David Malpass, titular del BM. Allí se acordó trabajar para incrementar el monto de $ 300 millones que el BM tiene previsto desembolsar en marzo al país.
Santiago García, académico en la Universidad Central del Ecuador, explica que el BM es uno de los principales organismos multilaterales con los que cuenta Ecuador. Destaca que trabaja en varios frentes, como en infraestructura y salud.
A criterio de García, lo que hace esta entidad es apoyar y aportar en áreas que el mismo organismo define como prioritarias.
Y si bien su cooperación contribuye a enrumbar al país, a sacarlo adelante, aclara que esto es responsabilidad del Gobierno Nacional, autoridades políticas y la sociedad ecuatoriana en su conjunto.
“El Marco de Cooperación es positivo. Su misión es apoyar, no imponer”, comenta el académico.
Para Víctor Hugo Albán, vicepresidente del Colegio de Economistas de Pichincha, el BM hace recomendaciones, pero es decisión del Gobierno implementarlas o no. Considera que los consejos del multilateral no son aplicables al país.
“Ecuador vive un conflicto de inversión y empleo. El Banco Mundial busca de algún modo tratar de solucionar eso. Pero con sus recomendaciones estaría agravando la situación del ecuatoriano”, considera Albán. (I)