Mipymes abren nuevos mercados con la asociatividad
Un estudio de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) revela que seis de cada 10 empresarios en el país consideran al trabajo colectivo, entre empresas de diferente tamaño, como un elemento significativo para mejorar su desempeño a través de procesos de asociatividad.
El análisis denominado “Asociatividad en la pyme”, publicado en febrero, examina a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), así como a actores de la economía popular y solidaria (EPS).
La unión de esfuerzos no solo se ve traducida en mayor producción sino que también influye positivamente en las relaciones interpersonales de los empresarios en el 19%.
Asimismo, ayuda a construir la confianza entre los pobladores de un territorio en el orden del 14% y genera otros beneficios, como aumento de la productividad empresarial, capacidad tecnológica del territorio, entre otros.
La asociatividad se vuelve una alternativa estratégica de las empresas para poder alcanzar objetivos, gracias al esfuerzo colectivo, explicó Wilson Araque, director del Observatorio de Mipymes de la UASB.
“Para conquistar mercados se requiere de varios requisitos básicos, como tener productos de calidad, cubrir el volumen solicitado y garantizar, además, el abastecimiento permanente”, manifestó el catedrático.
Aquello permite abrir la economía hacia otros mercados, pero también cubrir con la necesidad de los que ya han sido alcanzados.
Fabián Melo, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cooperativas de Vivienda, destacó que dentro de estos negocios la cooperación permite construir soluciones habitacionales basadas en un enfoque comunitario, vecinal, solidario y ambiental, a diferencia del sector inmobiliario privado.
La federación engloba a más de 200 cooperativas de vivienda y busca participar en el plan gubernamental Casa para Todos, desde un enfoque comunitario.
Yolanda Guerra, representante de Asociación de Producción Textil Desarrollo para el Buen Vivir (Asotexbir), relató que su organización, compuesta fundamentalmente por mujeres, nació hace cuatro años como una necesidad de independizarse de las maquiladoras.
Con ese fin, formaron un taller comunitario con maquinaria que consiguieron en el camino para que puedan trabajar quienes no posean sus propias máquinas.
Para obtener el capital inicial -comentó Guerra- recibieron el apoyo financiero de las cajas de ahorro comunitario, ante la imposibilidad de obtener créditos en los bancos.
Asotexbir entrega anualmente más de 2.000 kits de uniformes escolares para el Ministerio de Educación.
Según Guerra, haberse asociado les permitió conquistar sus sueños y lograr independencia económica.
La última de las catorce estrategias del programa económico del Gobierno se refiere al fomento de la economía popular y solidaria como eje central de la reactivación productiva e inclusión económica, con asociatividad y otros aspectos.
Sin embargo, no existen más detalles, pues hasta la fecha el Ejecutivo no ha remitido la ley correspondiente. (I)