Asamblea retoma debate del Banco de Desarrollo Rural

En esta semana se ha  previsto que la Comisión de Soberanía Alimentaria retome el análisis de la transformación del Banco Nacional de Fomento (BNF) en Banco de Desarrollo Rural (BDR). El  objetivo es crear una entidad financiera que se vincule a las condiciones de ruralidad y de la realidad que tiene el sector agrícola del país, tal como lo informó el vocal de la Mesa, Ricardo Zambrano.

El asambleísta, quien fue   coordinador de la subcomisión encargada de presentar el borrador del informe a los miembros del organismo parlamentario, reiteró que previo a conocer el documento definitivo aún se prevé que asista a la comisión el titular del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), Javier Ponce, a quien también se le entregó el informe, para que poco a conocer sus criterios al respecto.

El funcionario deberá proporcionar una copia del informe que esta Secretaría de Estado elaboró y entregó al presidente de la República, Rafael Correa, quien en uno de los enlaces sabatinos dijo que lo revisa previo al  envío a la Legislatura.

Zambrano indicó que el informe elaborado por la subcomisión tiene puntos específicos que son: la nueva estructura de los créditos del banco, que deberán vincularse a las características productivas de los cultivos, es decir, que no se deben cobrar los dividendos sino hasta que se  generen los ingresos. También, el establecimiento de una superintendencia para la banca pública, puesto que hasta el momento este sector  está controlado por una intendencia dependiente de la Superintendencia de Bancos y Seguros  sobre la base de los mismos parámetros de control que a la banca privada, lo cual no es factible ya que son realidades   diferentes.

El BDR deberá funcionar como banca de primer piso prestando dinero directamente por medio de sus agencias a los clientes, y de segundo piso entregando recursos por intermedio de otras instituciones financieras, como  cooperativas de ahorro y crédito, cajas  de ahorro y bancos comunales.

Problemas estructurales

La crisis por la que atraviesa el Banco Nacional de Fomento (BNF) fue ratificada por las autoridades del Magap, dijo Zambrano, al recordar que la institución presentaba una cartera vencida de más de 200 millones de dólares hasta  octubre pasado, según  las  cifras que se dieron a conocer durante la comparecencia a la Comisión de Desarrollo Económico.

Existe una  cartera morosa de alrededor de  60.000 créditos  en coactiva, más 34.000 actuales  y otros  que son   alrededor de 60.000 créditos de coactiva en proceso, que suman cerca de 200 millones de dólares.

En lo relacionado a la parte financiera, la entidad bancaria tiene una cartera problemática, en la que  la morosidad se ubicó en 13,67% a junio de 2013, esto por arriba del promedio de la banca pública que es de  8,5%”.

Hasta  diciembre de  2012 el BNF registró una cartera bruta de  1.200 millones de dólares,  en capacidad mostró  1.248 millones de dólares y una pérdida de  1,74 millones de dólares.
El 51% de la cartera problemática está concentrada en 10 agencias del BNF que son Guayaquil 34%, Chone  22%, Balzar  37%, Daule  38%, Esmeraldas 29%, Muisne 52%, Santa Elena 36%, Portoviejo 20%, Quevedo  26% y Santo Domingo de los Tsáchilas 15%.

En la parte de operaciones, la tasa promedio activa del banco es de alrededor del 12,5%, contra una tasa pasiva del 2,8%, puestos operativos 7,55% y un impuesto del 3,2% por mora, que da un  total de pérdida de 1,5% por tasa.

En la colocación y recuperación, el BNF destina el 42% a comercio y servicios, 16% a cultivos agrícolas, 29% a campo y ganadería, 2% para maquinaria agrícola y 11%  a otros.

El ministro del Magap, Javier Ponce, ha reiterado que “los problemas que vive el banco no son solo de mejorar el actual funcionamiento, sino realmente de estructura,   por lo que se  ha planteado que la nueva institución esté sustentada en dos pilares, el financiero y el social”.

Ricardo Zambrano espera también que en la agenda de trabajo conste  la asistencia de las autoridades, que conforman el Ministerio Coordinador de la Política Económica, a fin de que   informe   cómo debe trabajar la banca pública  y “bajo qué parámetro”.