Desde la primera semana de octubre y hasta la última de noviembre, Ana María Yépez adecua en su almacén del centro de Guayaquil, Novedades Coquito, un espacio en el cual -ella junto con otras cuatro artesanas que contrató- elaboran adornos navideños en madera, pañolencia y porcelana fría.

Sobre una casita de madera, Yépez coloca diamantinas adhesivas de color plateado, mientras las otras mujeres confeccionan muñecas dispensadoras de papel, papanoeles y demás adornos alusivos a la clásica fecha de diciembre. Todos esos artículos tendrá a la venta desde esta semana en su almacén.

La cercanía de la Navidad vuelca a más de 3.000 artesanos del país con sus talleres dedicados a la elaboración de este tipo de productos y a unos 5.000 en actividades relacionadas, según las estimaciones efectuadas por la Junta Nacional de Defensa del Artesano (JNDA), que registra 1’500.000 socios a nivel nacional con más de 108 mil talleres.

Domingo Yagual lleva más de 20 años en la actividad, en la comuna Libertador Bolívar, cantón Santa Elena, provincia de igual nombre. En el taller ubicado en su vivienda, con ayuda de su esposa y tres hijos, confecciona nacimientos en fibra de abacá y chonta de plátano que venderá al por mayor a sus clientes que llegan desde Guayaquil, Cuenca y Ambato.

Trabaja todo el año, pero su actividad es más intensa desde mayo a diciembre, pues debe entregar nacimientos de 3, 4 y 9 piezas, en tamaños que van desde 8 cm a 1 metro de altura. Las figuras incluyen al Niño Jesús, María, José, los Tres Reyes Magos, además de la vaca y el burro que acompañan al pesebre. Por estos días elabora 200 angelitos que llevará a vender en una feria por las fiestas de Cuenca.

Luis Quishpi, presidente de la JNDA, destaca el apoyo que existe al artesano con el incentivo del consumo de productos nacionales, pero dice que aún se sienten afectados por el ingreso de mercadería de contrabando por las fronteras. (I)