Ana Patricia Botín fue elegida este miércoles para suceder en la presidencia del Banco Santander a su padre, Emilio Botín, fallecido a los 79 años a causa de un infarto, anunció el banco tras una reunión de su consejo de administración.

La comisión de nombramientos consideró a Ana Patricia Botín como "la persona más idónea dadas sus cualidades personales y profesionales, su experiencia, su trayectoria en el grupo y su unánime reconocimiento nacional e internacional", informó la entidad en un comunicado.

Su nombramiento, que parecía asegurado, marca la llegada de la cuarta generación de la familia Botín a la cabeza del primer banco de la Eurozona por capitalización bursátil, pese a que su participación en el grupo se vio reducida con los años a una pequeña porción.

La designación de Ana Patricia Botín, de 53 años, fue aprobada por unanimidad durante la tarde por el consejo de administración del banco, reunido de urgencia tras la muerte, de madrugada, de su padre a pocos días de cumplir los 80 años.

"En estos momentos tan difíciles para mí y mi familia, agradezco la confianza del consejo de administración y asumo con total compromiso mis nuevas responsabilidades", afirmó la nueva presidenta.

"Seguiremos trabajando con total determinación para seguir construyendo un Banco Santander cada día mejor para nuestros clientes, empleados y accionistas", agregó, después que las acciones del banco cayeran tras la noticia de la muerte de su padre un -0,65%, a 7,7 euros, en un mercado madrileño en baja de 0,13%.

Hasta ahora consejera delegada de la filial británica de Banco Santander, hizo toda su carrera profesional en el sector bancario.

Tras estudiar Ciencias Económicas en la prestigiosa universidad estadounidense de Harvard, empezó en 1981 a trabajar en el banco de negocios norteamericano JP Morgan antes de entrar, en 1989, en la entidad bancaria dirigida por su padre del que fue nombrada en 1992 directora general a cargo de las operaciones en Latinoamérica.

Tras dirigir uno de los bancos del grupo, Banesto, a partir de 2002, su nombramiento en 2011 a las riendas de Santander UK la había convertido en la primera mujer en dirigir un gran banco en el Reino Unido.