Los gremios empresariales observan con beneplácito gran parte de las 14 medidas del programa económico del Gobierno, presentado el 2 de abril, pero ponen serios reparos al incremento de aranceles, pues aseguran que frenará el comercio y afectará  las exportaciones.

El alza arancelaria a un máximo de 375 subpartidas será temporal y regirá en artículos suntuarios que “no tienen un efecto hacia lo productivo y son simplemente de consumo”, explicó el martes María Elsa Viteri, ministra de Economía y Finanzas.

A la espera de que el Comité de Comercio Exterior (Comex) determine qué productos importados tendrán mayores tarifas, la funcionaria dio pistas de que se aplicará en textiles, pieles, juguetes, plástico, entre otros, y que se excluirán bienes de capital, materias primas e insumos.

Por esta vía, según el plan económico, se espera recaudar $ 288 millones en 2018. Todavía no existe claridad sobre cuándo empezará a regir el incremento ni su tiempo de duración, pero Viteri dijo que podría extenderse por un año, o menos, mientras el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) concreta la base de valoración real efectiva de las mercancías.

Richard Martínez, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), comentó que el programa reconoce la iniciativa del sector privado y muestra indicios de un cambio de modelo. Sin embargo, acotó, existen rezagos de medidas que en el pasado complicaron el desarrollo económico y encarecieron productos porque existía el erróneo criterio de que exportaciones e importaciones son distintas, cuando en la práctica se relacionan para mejorar la producción.

En marzo de 2015, el gobierno del expresidente Rafael Correa implementó salvaguardias por balanza de pagos a un conjunto de más de 2.900 subpartidas con tasas de hasta el 45%.

Aquella medida terminó el 31 de mayo de 2017 y generó más de $ 1.600 millones en recaudación de la Senae.

Lo que hará el gobierno de Lenín Moreno será elevar las tasas hasta los límites establecidos por la Organización Mundial de Comercio (OMC), como una herramienta para “proteger la dolarización”, pues las importaciones han crecido sustancialmente.

Entre enero y diciembre de 2017 las importaciones aumentaron $ 3.482,6  millones más que en 2016, según el Banco Central del Ecuador.

Martínez insistió en que la solución no está en restringir las importaciones. De hecho, señaló, la economía local se ha mantenido a flote desde el levantamiento de las salvaguardias.

Por su parte, Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), criticó que el tema signifique “más impuestos” que destruirán fuentes de empleo.

Subir los aranceles a su techo bajará el comercio al piso, manifestó Arosemena.

Según la CCG, las salvaguardias del anterior gobierno perjudicaron al sector productivo de más de $ 1.450 millones y, además, se perdieron alrededor de 270 empleos adecuados.

Para José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), el frente económico insiste en “una política que ya se vio que era equivocada”, pues está demostrado que el crecimiento de las importaciones es una respuesta al aumento del gasto público.

En ese sentido añadió que si existe un compromiso real por reducir el gasto público también caerá la demanda de importaciones. 

La preocupación de elevar las tarifas es que afecten convenios comerciales vigentes y entorpezcan negociaciones con otros países, uno de ellos es EE.UU. con el que Ecuador busca concretar un acuerdo bilateral antes de 2020.

“Nunca estamos a favor de crear nuevas barreras para el comercio”, manifestó Todd Chapman, embajador de Estados Unidos en Ecuador. Hoy tratará el tema con el ministro de Comercio Exterior e Inversiones, Pablo Campana.

El Ministro anunció ayer que el Comex tendrá la lista de artículos que se gravarían con los aranceles la próxima semana y ratificó que serán bienes suntuarios. Además indicó que podría haber diferimientos. (I)