La emergencia sanitaria por el covid-19 hizo que los ingresos y niveles de ahorro de muchos ecuatorianos se reduzcan, mientras que sus gastos aumentaron.

Así lo indica un estudio  de Market Watch sobre los hábitos de consumo en el país realizado a 2.000 personas a nivel nacional.

El 86% de los participantes aseguró que durante la pandemia sus ingresos disminuyeron. El 78% dijo que su nivel de ahorro también se redujo; y el 70% mencionó que sus gastos se incrementaron.

Más del 90% de los encuestados que tienen un crédito vigente necesitan que su entidad financiera les ayude en esta época con refinanciamiento, mayor plazo, reducción de cuota o nuevo crédito.

Este panorama hace que el 74% considere que la situación económica del país sea mala debido a la pandemia.

Por otro lado, la crisis económica se agudiza cuando las familias no cuentan con un fondo. De acuerdo con una encuesta realizada por este diario a través de Twitter, de 620 participantes, el 62,6% dijo que no ahorraba nada de sus ingresos para estar prevenidos ante una emergencia.

El 11,8% dijo que ahorraba el 20% de sus recursos mensuales; el 9,8%, el 10% y el 15,8% guarda menos del 10% de sus ingresos.

Nataly Jaya, por ejemplo, tiene que enfrentar la crisis sin ahorros y sin trabajo. 

Jaya y su esposo fueron despedidos en marzo. Ella trabajaba en una compañía de limpieza y su pareja era obrero en una construcción.

Jaya asegura que le era difícil guardar dinero, pues ganaba el sueldo básico, la empresa no le pagaba a tiempo, tiene que cumplir con dos préstamos y debe pagar arriendo y servicios básicos. Su esposo apenas llevaba trabajando dos meses y  pasó un buen tiempo sin empleo.

“Me dieron de liquidación $ 800, pero eso ya se está acabando. Ojalá todo esto ya pase”, dice Jaya, quien tiene dos hijos pequeños. Por lo pronto vende verduras en un coche.

La emergencia sanitaria no afectó a todos por igual. En el caso de Gabriela Camacho, los ingresos familiares se mantienen y su nivel de ahorro mejoró.

Su esposo recibe su sueldo puntualmente. Además, en abril recibió utilidades. El dinero que usaban para movilizarse y para comer en restaurantes ahora lo guardan.

La familia cuenta con un plan de ahorro mensual de unos $ 150. Esos recursos no los han tenido que ocupar en estos meses. “Hay que ahorrar para cumplir objetivos. Pero también para emergencias”, comenta Camacho.

Para salir de la crisis, especialistas en finanzas familiares hacen varias recomendaciones. Por ejemplo, para enfrentar la falta de liquidez que impide cumplir con una serie de pagos, la fundación Crisfe propone acogerse al diferimiento que dan las instituciones financieras, como refinanciar o reestructurar las deudas.

Belén Luzón, jefa de Negocios de la cooperativa Andalucía, recomienda analizar a conciencia y ser transparentes con su realidad para revisar cómo está su presupuesto. “Es clave aclarar cómo se van a clasificar sus gastos”.

Luzón aconseja que haya orden en las finanzas, comprar lo prioritario e impulsar el ahorro en el hogar. (I)