Analistas económicos debaten reglas que garanticen ahorro a largo plazo
En la Escuela Superior Politécnica del Litoral se desarrolló este 18 de julio de 2019 el foro ‘Un Nuevo Pacto Fiscal para el Desarrollo’, evento en el marco de la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y BID INVEST, que se realiza en Guayaquil.
En el evento, la academia, autoridades y expertos económicos se reunieron para tratar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
El ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, dijo que “lo que Ecuador está viviendo ahora no son medidas aisladas, sino la oportunidad de un nuevo contrato social para el desarrollo incluyente y sostenible”.
Explicó la necesidad de lanzar mecanismos de amortiguamiento para hacer política que evite gastar desmedidamente en épocas de bonanza.
Esta variable es apoyada por Eric Parrado, economista jefe del Banco de Interamericano de Desarrollo, quien cree que la sociedad se debe poner de acuerdo para tener una regla fiscal que garantice el ahorro a largo plazo para los tiempos de “vacas flacas” y asegurar estabilidad fiscal.
El foro buscó generar el debate hacia a donde se debe caminar para llegar este pacto fiscal.
Marisol Andrade, directora del Servicio de Rentas Internas, (SRI), en su intervención dijo que por responsabilidad no es oportuno adelantar criterios sobre la reforma (tributaria) porque "hay varios escenarios en el análisis y aún no hay decisiones".
Señaló que se está trabajando en varios análisis para que esta reforma permita tener un sistema tributario ecuatoriano mucho más ágil y simple que permita cumplir con los objetivos trazados, "siempre considerando el principio de la progresividad dentro de este proceso".
El analista económico Walter Spurrier hizo un análisis sobre la situación fiscal, comparando la actual con la de 2006.
Según este panelista, el gobierno tiene la tarea de mejorar la situación fiscal en 5 puntos del PIB, ($ 5.400 millones), monto que -agregó- se ha incrementado debido al gasto del rol de pago del sector público, que incluye a los gobiernos seccionales y a las empresas públicas.
"El pacto fiscal como primer punto debe ser dar marcha atrás a ese incremento del gasto en estos últimos 12 años y volver como estábamos antes (2006)", dijo Spurrier.
Propone reducir el gasto corriente, ‘mejorar’ los impuestos sin necesariamente incrementarlos y eliminar subsidios a los combustibles.
Sobre los subsidios, Spurrier añadió que la gasolina ya debería ir a un precio internacional, sin recargar los gastos de la burocracia de Petroecuador. "La gasolina súper tiene un costo excesivo", dijo.
En el caso del gas, se lo puede focalizar, pero la tendencia del precio es a la baja.
Sobre la eliminación al subsidio el diésel indicó que se lo puede eliminar siempre y cuando también se baje a cero los impuestos de los camiones, partes y piezas.
Para Caterina Costa, presidenta de la Cámara de Industrias de Guayaquil, depender del gasto público o del endeudamiento "no es sostenible en el tiempo". Los países viven de su producción que es lo que genera riqueza, encadenamiento y plazas de trabajo. "No hay mejor programa que generar empleo sostenible", apuntó.
El economista ecuatoriano Augusto de la Torre, catedrático de la Universidad Columbia, dijo que hay muchos componentes en el pacto fiscal tienen que ver con la cultura, saber qué tipo de Estado quiere la sociedad tener. "Un Estado que se preocupe en generar educación, salud, seguridad", y cuál es la manera más eficiente equitativa de financiarlo.
Agrega que el tercer elemento del pacto fiscal son las reglas de gestión, mediante la cual la sociedad administra y gestiona las finanzas públicas, de manera que no generen desequilibrios que desestabilicen la economía.
Las reglas fiscales también son importantes para el crecimiento de la economía. El proceso disciplinado es una variable importante para simplificar el riesgo país.
"No pensemos que la consolidación fiscal es algo loco, es algo necesario y permitirá que la economía crezca sanamente", finalizó. (I)