Los dirigentes españoles deben hacer lo mismo que hizo el presidente Rafael Correa en Ecuador, es decir, negarse a pagar la deuda.

Esa fue la conclusión a la que llegó el vicepresidente del Consejo Consultivo de Derechos Humanos de la ONU, Jean Ziegler, al analizar la situación que viven países europeos por el colapso económico y su crisis social.

Ziegler destacó que Ecuador en 2009 se negó a pagar, por odiosa e ilegítima, la deuda correspondiente a los bonos global 2012 y 2030.

Esto motivó a los periodistas griegos, Aris Hatzistefanou y Katerina Kitidi, a manifestar que cuando el país resolvió su endeudamiento, decidió pararse en sus propios pies y enfrentarse al Fondo Monetario Internacional (FMI).

El Mandatario dispuso la creación del Comité de Auditoría de la Deuda que determinó que gran parte de dicho compromiso era ilegítimo. Por ello se ordenó el cese de pagos.

Los tenedores de la deuda ecuatoriana entonces sacaron sus bonos al mercado, al 20% de su valor. El Gobierno utilizó unos $800 millones para recomprar $ 3 000 millones en deuda y se ahorraron por lo menos $7 000 millones, según recordó Eric Toussaint, miembro del Comité.

Estos recursos extras se reorientaron al área social (educación, salud, creación de empleo), lo que permitió mejorar la condición de vida de los ciudadanos, al punto que actualmente el índice de pobreza en el país se halla en 25,3%, cuando en diciembre de 2006 era de 37,60%.