A Aguarico solo se llega en canoa. Si se está en Quito hay que viajar a El Coca, la capital de la provincia de Orellana, este viaje, por tierra, demora ocho horas.

Desde allí se debe tomar una embarcación en el río Napo. Luego de diez horas de navegación se llega a Aguarico, el cantón más oriental que tiene Ecuador. Su centro urbano está casi al pie de la frontera con Perú.

Esta singular ubicación lo ha convertido en eje de las discusiones políticas de los últimos días. Su jurisdicción incluye al Parque Nacional Yasuní, que alberga un gran yacimiento petrolífero que el Gobierno ha decidido explotar.

El alcalde de Aguarico, Franklin Cox, cuenta que ellos están listos desde hace dos años para la explotación del crudo. Fue justamente dos años atrás cuando en el cantón se realizó una asamblea ciudadana para respaldar la perforación del pozo petrolero, que equivale a la cuarta parte de las reservas hidrocarburíferas del país.

Solo desde hace dos meses la zona urbana de la ciudad cuenta con energía las 24 horas del díaNo importó que en aquel entonces estaba en plena vigencia la iniciativa Yasuní ITT, una propuesta ambiental del Gobierno para mantener el petróleo bajo tierra a cambio de una compensación económica de la comunidad internacional. “Dijimos que no nos oponemos, más bien apoyamos la explotación, pero pedimos que se lo haga con tecnología de punta, con la mínima afectación al ambiente”, afirma el burgomaestre.

Hoy esa iniciativa está disuelta y los habitantes de Aguarico esperan que las ganancias que genere la explotación petrolera  ayuden a suplir las carencias que tiene el sector.
“¿Por qué depender de la ayuda que nos den en el exterior? Sabemos que nuestro país es rico en recursos naturales. ¿Por qué estar pidiendo limosnas a otros países?”, se pregunta el personero municipal.

Cox cuenta los problemas de su población. Desde hace solo dos meses la cabecera cantonal (Nuevo Rocafuerte) y Tiputini cuentan con electricidad las 24 horas del día. Antes solo había luz de 06:00 a 00:00. Allí también hay agua potable, pero la obtienen de pozos subterráneos, por lo que no es de buena calidad. El cantón tiene alcantarillado solo en el área urbana.

El problema de Aguarico, como lo reconoce su alcalde, son las distancias. En cada finca vive una familia, muy alejadas entre ellas, por lo que dotarlas de alcantarillado es casi imposible. “Estoy pidiendo agua potable y electrificación. En todos los otros cantones hay luz las 24 horas, acá solamente en Tiputini y Nuevo Rocafuerte. Queremos pertenecer al interconectado, tenemos derechos”, reclama.

Frente a esa situación, Cox ya hace planes con los recursos que por mandato legal recibirá de las rentas que origine la explotación petrolera.

El Alcalde quiere el mejoramiento de la infraestructura escolar y sanitaria. Considera que necesitan más escuelas, centros de salud y un aeropuerto para sus 4.800 habitantes. Esta última cifra la dio el censo de población, pero el burgomaestre la sube a 6.800.

También pide específicamente un hospital cantonal, además de un aeropuerto, porque el río Napo solo es navegable en la mañana, pues en la noche los palos y piedras que hay en las aguas no pueden observarse.

De igual manera,  espera que la explotación petrolífera proporcione trabajo a los habitantes de Aguarico. Eso motiva a los pobladores a respaldar la decisión del Gobierno.

En cuanto a las etnias indígenas, en Aguarico hay dos: los huaoranis y quichuas. Cox asegura que ambos grupos están tranquilos pese a que hay algunos líderes opositores.

DATOS

Aguarico forma parte de la provincia de Orellana. La ciudad cuenta con 4.847 pobladores: 2.652 hombres y 2.195 mujeres, según datos del censo de población de 2010.

Antes la cabecera cantonal de Aguarico era Tiputini, pero luego de una consulta popular se la cambió a Nuevo Rocafuerte.

Nuevo Rocafuerte está prácticamente al pie de la frontera con Perú, por lo que es el cantón más oriental del país.