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Acuerdo entre países demostrará que FMI es organismo de última instancia

Acuerdo entre países demostrará que FMI es organismo de última instancia
16 de julio de 2014 - 00:00

Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica esperan alcanzar 3 grandes objetivos: crear un banco de desarrollo, realizar intercambios comerciales con sus monedas nacionales y conformar un Acuerdo Contingente de Reservas. Esta última iniciativa alterará el ejercicio de la hegemonía estadounidense.

El acuerdo generará un fondo común de divisas que apoyará a un país cuando enfrente una crisis. Dado que el mecanismo se activaría ante problemas coyunturales, el acuerdo no presupone mayores condiciones previas para entrar en funcionamiento. Y ello en razón de que la contribución de cada país a las reservas de uso colectivo permanecería almacenada como parte de los activos de su Banco Central.

El fondo iniciará con $ 100 billones, un acervo de divisas al parecer modesto si se lo compara con los $ 780 billones que tiene el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero que es significativo porque ratificará una región económica que no se define por la cercanía espacial de sus miembros sino por la proximidad de sus objetivos nacionales.

El acuerdo demostrará toda su utilidad en una crisis de balanza de pagos. Este evento no siempre emana de la mala conducción económica, sino también por la caída de las exportaciones, por el pago de deuda y por cuantiosas salidas de capitales en períodos relativamente cortos. Entonces una moneda nacional pierde su valor y se deprecia frente al dólar.

Cuando sucede este ‘ataque especulativo’ a una moneda, se crean las condiciones para una crisis bancaria en la cual el Estado puede verse obligado a impedir el retiro masivo de depósitos y a asegurar la conversión de su moneda a un determinado tipo de cambio.

Esta cadena genera efectos como la desvalorización de los activos reales existentes en un país y la depreciación monetaria afecta al desempeño de todas las actividades económicas. La difusión interna de los efectos de la crisis puede suceder con rapidez. Por ello, cuando no tiene recursos para defender su tipo de cambio, un país solicita préstamos al FMI. Esas ‘asistencias de emergencia’, sin embargo, no se efectúan por razones altruistas. Las instituciones multilaterales exigen aplicar políticas de ‘ajuste’ que suelen deteriorar el bienestar de la población pues presuponen reducciones significativas al consumo y ahorro internos.

De ahí la importancia de alcanzar un mecanismo alternativo de emergencia entre los Brics.

Pero no es necesario esperar a la ocurrencia de eventos extremos. Este acuerdo podría desempeñar también otras tareas.

Años atrás, las monedas de Brasil, Rusia, India y Sudáfrica tendieron a depreciarse frente al dólar y para reducir el precio de esta divisa, los bancos centrales de esos países efectuaron operaciones cuyo propósito es aumentar la oferta de la moneda estadounidense en los diversos mercados.

Aunque sirvan para contener la depreciación de una moneda nacional, esas operaciones equivalen a una venta de los dólares poseídos por un Banco Central y, por tanto, a una reducción de las reservas. Esta merma no conviene y por ello incentiva más el interés de los Brics por un fondo común que podría utilizarse también para aminorar las fluctuaciones del precio de sus monedas.

Dado que Rusia tiene una visión geopolítica que choca en ciertos aspectos con los proyectos de Estados Unidos, ese país podría verse expuesto a retaliaciones que disminuirían su capacidad de negociación financiera. La creación de un mecanismo de apoyo ante las emergencias de liquidez representa una opción para evadir ese escenario.

En el caso de China, su moneda exhibe una tendencia a la apreciación que podría mantenerse debido a políticas económicas. Si bien podrían ser favorables, ambas circunstancias tienen una arista digna de atención anticipada.

China busca aumentar el consumo de sus habitantes para garantizar la estabilidad del régimen político. Alcanzar este objetivo podría tornarse difícil por la presencia de una gran cantidad de divisas que fomenta la creación de liquidez y presiona al incremento de la inflación. Para paliar estas eventualidades, a largo plazo, la internacionalización del renminbi es una salida.

La reunión de Fortaleza es un símbolo. Con la operación de su Acuerdo Contingente, los Brics demostrarán que el FMI podría ser necesario solo en última instancia en el sentido más literal.

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