Dentro del cambio de la matriz productiva, que busca la sustitución estratégica de las importaciones, uno de los ejes fundamentales es la capacitación en la creación de emprendimientos para los ciudadanos, para lo cual el Estado  destinó una inversión superior a los 540 millones de dólares el año pasado.

Estos fondos se destinaron a la construcción de infraestructuras que buscan la capacitación de los potenciales emprendedores y trabajadores para el sector industrial.

Entre estas obras destacan el Centro de Desarrollo Empresarial y Apoyo al Emprendimiento en la Universidad Estatal del Sur, ubicado en Jipijapa (Manabí) y el Parque Industrial Autopartista de Ambato (Tungurahua).

En el complejo manabita confluirán las ideas productivas de los habitantes de esa parte del país para realizar estudios y propuestas académicas que fortalezcan la cadena de valor de cada emprendimiento.

Por otra parte, la infraestructura de autopartes nace con la idea de fortalecer la producción nacional de CKD para potencializar al ensamblaje automotriz nacional; uno de sus objetivos es incrementar el componente local del 6% actual al 18% en los próximos años.

Ambos proyectos fueron inaugurados en días pasados y tienen como su gran fortaleza la capacidad de generar más de 8.000 puestos de trabajo directos e indirectos, cifra que con el crecimiento de la demanda de los productos que de allí salgan, tendrían una tendencia al crecimiento.

La titular del Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro), Verónica Sión, considera que  “para lograr resultados es necesario conjugar esfuerzos y trabajar de manera articulada  entre los sectores productivos, la academia y los gobiernos, tanto el central como los locales y provinciales”.

Asimismo, durante el año pasado la cartera de Estado destinó una inversión aproximada de 700 millones de dólares a la implementación de 62 Centros de Desarrollo Empresarial, que brindarán asesoría y seguimiento a los emprendimientos que lleguen a sus registros.

La Ministra explicó al respecto su compromiso de revertir los indicadores negativos que presentan los emprendimientos, debido a que la tendencia indica que después de cinco años del inicio de sus operaciones, desaparecen.

A criterio del catedrático Luis Molina, el aspecto fundamental para el desarrollo de los emprendimientos y de la industria está en la capacitación.

“Si las personas no conocen cómo manejar las finanzas, la productividad, el capital y las oportunidades que ofrece la constitución de sus propias empresas, éstas no serán muy longevas”, señaló.

En eso coincidió con Bolívar Rodríguez, propietario de una empresa de curtiembre ubicada en Ambato, provincia de Tungurahua, quien asegura que la falta de conocimiento del mercado le trajo muchos problemas al desarrollo de su compañía.

“Estuvimos cerca de quebrar dos veces en los nueve años que tenemos en operaciones; hace cuatro tuvimos que hacer un recorte de personal, pero con capacitaciones estamos en crecimiento”, señaló el empresario.

Rodríguez comentó que en los próximos meses asistirá a uno de los Centros de Desarrollo Empresarial con un proyecto para buscar asesoría para él y sus 40 colaboradores.