287,7 MW adicionales de electricidad tendrá el SNI
El cambio de la matriz energética se convierte en una realidad en Ecuador, luego de que se firmaran los contratos para construir 17 complejos de generación de fuentes limpias, 15 fotovoltaicos y dos de biogás.
Se rubricaron los títulos habilitantes para que el Sistema Nacional Interconectado (SNI) cuente con 287,7 megavatios (MW) adicionales de electricidad.
En la suscripción de los títulos habilitantes intervinieron los delegados de las compañías y el titular del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec), Francisco Vergara, en representación del Estado.
En los 17 proyectos se invertirán aproximadamente 700 millones de dólares, que provendrán de la empresa privada que confió en el Estado para colocar el capital en el sector. Las compañías utilizarán tecnología de diversas procedencias, como alemana, italiana, norteamericana, española, canadiense, china, entre otras.
“Hemos tenido una buena acogida con la fuente fotovoltaica, lo que se evidencia en el número de proyectos, esperamos tener el mismo éxito con la eólica, geotérmica (energía volcánica) y biomasa (desechos sólidos)”, afirmó Vergara.
Los 17 proyectos serán desarrollados en este año y el próximo, por lo que estarán operativos a fines de 2014 y la complejidad es menor a la construcción de una central hidroeléctrica. Sin embargo, el sector está preocupado por el alto costo de la tarifa por kilovatio hora (Kw/h) que tiene la energía producida por medio de la radiación solar.
Según el Conelec, el costo de esta fuente de energía renovable es 0,40 centavos de dólar por cada Kw/h, cuando la de la hidroelectricidad no supera los 6,8, la eólica los 9,13 y la biomasa y el biogás, 9,6.
Vergara recalcó que estas tarifas pierden vigencia a partir de este año, puesto que corresponden al período entre 2011 y 2012. Informó que en los próximos días se conocerán los valores para los años 2013 y 2014, según lo establecido en la regulación 004-11 del Conelec.
“La regulación fue expedida en marzo de 2011 y las tarifas están fijadas para quienes se interesan en desarrollar estos proyectos de energía renovable, pero eso ya caducó, el próximo marzo tendremos la nueva regulación”, aseveró el titular del Conelec.
“En julio y diciembre de este año el directorio del organismo hará las evaluaciones para identificar la situación de los proyectos, pues esto es un tema experimental por la poca cantidad de electricidad que representarán estas fuentes”, precisó Vergara, quien destacó que estos valores se mantendrán invariables durante 15 años.
Agregó que las fuentes eólicas, geotérmicas, de biomasa y biogás tendrán un tratamiento especial. Con respecto a la tarifa, Eduardo Rosero, representante de la firma Racalser, destacó la importancia de la diversificación de la matriz energética, lo que permitirá que baje el valor del Kw/h.
La empresa Racalser trabaja en la planta fotovoltaica Chota Pimán, ubicada en el valle imbabureño, que estará operativo a finales de este año y que tendrá una capacidad instalada de 8 MW.
El empresario señaló que aquello permitiría que el costo del Kw/h de la energía fotovoltaica descienda hasta oscilar entre 0,18 y 0,23 centavos de dólar con subsidio, y entre los 0,30 y 0,32 sin el beneficio. “Además se debe saber que el costo ambiental de las plantas fotovoltaicas es de 0 toneladas de CO2 emitidas”, indicó Rosero.
A criterio de Rosero, los proyectos fotovoltaicos atraen riqueza a las zonas en las que se ubican, además de eficiencia energética, “pues crean fuentes directas de empleo, incluso pueden convertirse en atractivos turísticos”.
Cuatro de los proyectos fotovoltaicos estarán en el Valle del Chota, por su alto índice de radiación solar, explicó Juan Betancourt, especialista en energías renovables. “Ecuador tiene muchos microclimas y eso beneficia sin duda la generación de energía por paneles, es increíble que anteriormente no se hicieron estos proyectos al preferir la contaminante generación térmica”, aseguró.
Por otra parte, las autoridades del sector eléctrico mantienen conversaciones con los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) para reutilizar los desechos sólidos como fuente de energía.