250 tripulantes cambian el arte de la pesca de arrastre
El próximo sábado, 15 de diciembre, 112 barcos de la flota pesquera de arrastre langostinera dejarán esta actividad, en un hecho histórico que ejecuta el Gobierno para reducir el impacto en las especies marinas.
El viceministro de Acuacultura, Guillermo Morán, dijo que el plan de compensación creado para que continúen las actividades productivas de las personas inmersas en la flota está bien encaminado y marcha según lo previsto.
Explicó que de los 64 cupos para el cambio de arte de pesca, el 84% ha sido cedido. En el caso de los tripulantes, 250 ya constan en el proceso de calificación del Banco Nacional de Fomento (BNF). “Vemos con optimismo que avanza el plan de contingencia desde el punto de vista de los requerimientos que se abrieron como alternativas. Además, hay 20 solicitudes para el retiro definitivo de las embarcaciones”, dijo.
Reveló que han contemplado otras medidas que las anunciarán, en esta semana, para fomentar la continuidad de las actividades. Respecto al crédito para los nuevos cupos, el funcionario expresó que la mayoría lo hace en la Corporación Financiera Nacional (CFN) y en base a ello los armadores lo emplearán en la compra de un nuevo barco o invertirán en su transformación. Todo depende del cambio del arte de pesca.
La terminación de las actividades de la flota de arrastre se hace justo cuando inicia la veda programada anualmente, por lo que tanto los armadores como los tripulantes podrán dedicarse a las nuevas actividades con sus créditos. “Una vez que se retire el arte de pesca de arrastre para el langostino aumentará la producción para los pescadores artesanales, sobre todo en lo que se refiere a la pesca blanca, que es la que venía acompañada de los camarones. El beneficio es para las personas que de forma artesanal salen con sus pangas para obtener el sustento diario”, indicó.
La flota pesquera langostinera utiliza un sistema de barrido del fondo marino para capturar el camarón. El presidente de la Asociación Ecuatoriana de Armadores de Barcos Pesqueros-Camaroneros (Asearbapesca), Juan Carlos Correía, dijo que el plan de contingencia que ha presentado para hacer frente a la salida de la flota langostinera en la práctica no ayuda al sector.
Explicó que apenas hay 30 solicitudes de créditos en la Corporación Financiera Nacional (CFN) y los mismos requieren de exigencias estrictas, como es para cualquier préstamo. “La flota está compuesta por 112 embarcaciones..., ¿qué pasará con las restantes 82 naves?”, cuestionó.
El pesquero indicó que la CFN pide que se analicen las nuevas artes de pesca, pero que estas solo existen para la captura de anguila y pelágicos. En el plan solo disponen de 16 cupos. Solicitó al Gobierno que acepte su propuesta de reducir la flota un 50% y que las naves que queden se dediquen a la pesca de mersalla (de fondo) después de las 8 millas marinas.
Consideró que la salida de la flota no responde a ningún estudio de impacto ambiental; además, el tiempo impuesto para acceder al plan de contingencia es corto y estarán paralizados, “en el mejor de los casos, por lo menos seis meses sin producir”.
Arrastre pomadero
Jorge Luis Baidal, principal de la Asociación de Armadores Pesqueros Pomaderos de Posorja, dijo que ellos trabajan junto con las autoridades del sector para ejecutar un mejor plan de manejo pesquero que permita la sustentabilidad de las especies.
Agregó que la salida de la flota langostinera no causa ningún impacto a ellos, porque en las zonas donde pescan no están presentes los langostineros, ni tampoco los pescadores artesanales. “Nosotros lo que tenemos son barcos un poco más grandes, pero somos netamente artesanales, incluso hay más de 1.000 mujeres que trabajan como peladoras, con lo cual demuestra que no es una flota industrial”, indicó.