En mercado de la Caraguay son vendidas 300 toneladas de pescado al día
200 mil personas viven de la captura de peces pequeños (Galería)
Desde hace 15 años, Washington Cabezas, comerciante minorista del cantón La Troncal, provincia del Cañar, compra mariscos en el mercado de la Caraguay, al sur de Guayaquil.
Cabezas junto a centenas de pequeños comerciantes provenientes de varias provincias del país, esperan ávidos en los exteriores del mercado que el reloj marque las 20:00 para poder ingresar al establecimiento a realizar sus compras.
“Al menos dos horas me demoro comprando. Llevo todos los días para mi cantón corvina, pámpano, robalos, caritas, cachema, pargo”, dijo Cabezas, quien resaltó que desde las 06:00 vende el producto en las calles de La Troncal. Los 761 puestos que tiene el mercado Caraguay atienden desde las 20:00 hasta las 06:00. Las ventas son al por mayor.
Aunque no hay cifras oficiales del movimiento comercial en este mercado, los vendedores estiman que estaría entre un millón y dos millones de dólares diarios.
Desde la parroquia Posorja, perteneciente al cantón Guayaquil, provincia del Guayas, sale el 80% de los peces pequeños que se comercializan en los mercados. Solo en el de la Caraguay, ubicado en el sur de Guayaquil, son vendidas diariamente 300 toneladas de pescado, de las 600 mil que capturan las embarcaciones con redes de cerco.
De acuerdo con la Federación Ecuatoriana de Embarcaciones con Redes de Cerco (Fenaerce), hay 180 barcos menores distribuidos en Manabí, Santa Elena, Guayas, El Oro y Esmeraldas.
Según un estudio del sector que realizaron el año pasado 120 estudiantes de biología marina de la Universidad de la Península de Santa Elena (UPSE), existen 847 comerciantes mayoristas de pescado en el país. De esta cifra, 470 son de la provincia de Guayas.
Un informe de la universidad estatal señaló que aproximadamente 200 mil personas viven de la captura de peces pequeños en el país.
José Cevallos, presidente de la Asociación de Armadores Pesqueros de Posorja, que agrupa a 40 embarcaciones, resaltó que los barcos ancestrales chinchorreros capturan peces como pámpano, carita, hojita, picudilla, mojarra, cachema, pargo, entre otros.
“Felicitamos al Gobierno por las actitudes y esperanzas que les dan a los sectores productivos. La flota trabaja para ser parte de este cambio de matriz productiva, ya que los 180 barcos chinchorreros, red de cerco, casco de madera a nivel nacional, abaratan el costo de la canasta familiar, siendo parte de la economía de los hogares ecuatorianos”, dijo Cevallos, quien aclaró que el gremio no participó en la marcha realizada el 2 de marzo en Guayaquil, que fue organizada por dirigentes del sector pesquero artesanal.
Periodos de veda
Jhon Ávila, dueño de una embarcación con redes de cerco, manifestó no estar de acuerdo con la fecha de los dos períodos de veda que tiene al año la flota (marzo y septiembre).
“No estamos en desacuerdo con que el recurso se proteja a través de las vedas, queremos que lo haga de una forma técnica. Además la veda debe ser para el recurso marino, no para una flota, ya que los artesanos sí pueden seguir capturando”, subrayó Ávila, quien aseveró que casi siempre es en Semana Santa cuando hay mayor demanda del producto.
Respecto al tema, Pilar Proaño, viceministra de Acuacultura y Pesca, mencionó que las vedas establecidas por el Ministerio de Agricultura siempre han estado sustentadas por estudios técnicos emitidos por el Instituto Nacional de Pesca. “Para implementar una veda se considera además del aspecto técnico, los aspectos sociales y económicos que influyen en el recurso regulado”, aseguró Proaño.
El comerciante de pescado Juan Hidalgo pidió a las autoridades que en tiempos de veda se ejerza un mayor control, ya que los precios en los mercados se duplican. “Nos afecta seriamente. El cliente está acostumbrado a un precio y no quiere pagar más”, dijo Hidalgo.
Datos
La veda es el procedimiento mediante el cual el Estado protege una especie, por medio de impedimento legal de recolectarla y comercializarla durante el tiempo que se considere adecuado. Se puede establecer una veda para proteger la especie, para permitir una mejor reproducción y garantizar su sobrevivencia, para no permitir que la población entre en crisis por el escaso número de individuos, para permitirle a la especie que se desarrolle adecuadamente y sea más rentable a la hora de su explotación comercial.
Los barcos con redes de cerco trabajan 10 meses al año, ya que existen dos periodos de veda: en marzo y septiembre.
El Ministerio de Agricultura ratificó en abril de 2010 la prohibición de pesca dentro de las ocho millas náuticas para la flota chinchorrera de red de cerco.