El 2020 es un año atípico. La pandemia afectó la economía del país, sobre todo en los meses de confinamiento en los que disminuyó la oferta y la demanda de bienes y servicios. Esto tuvo impacto en la recaudación tributaria y por ende, en el Presupuesto General del Estado.Según información del Servicio de Rentas Internas (SRI), entre enero y septiembre se han recaudado $ 9.371 millones, 15.2% menos en relación al 2019. En general, la baja recaudación se registra en todos los tipos de impuestos, pero sobre todo en aquellos gravados al consumo. El Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) disminuyó en 23.3% y el Impuesto al Valor agregado (IVA) en un 21.5 %.Sin embargo, el SRI es optimista sobre lo que pasará en el último trimestre del año. Andrés Ordóñez, subdirector General de Cumplimiento Tributario, indicó que en los meses de julio, agosto y septiembre ya se registra una ligera recuperación económica. En Quito, por ejemplo, las ventas que cayeron en un 25%, ahora bordean el 16 por ciento. Para alcanzar las metas del 2020, una de las medidas del Gobierno fue anticipar el pago del Impuesto a la Renta para las grandes empresas que mayormente no se vieron afectadas por la pandemia. Por este concepto, en septiembre, ingresaron a las arcas fiscales $ 257 millones. El funcionario precisó que este no fue un impuesto nuevo y que el pago se podrá utilizar como crédito tributario. Para el economista Víctor Hugo Albán, la emergencia sanitaria obligó a priorizar ciertos gastos, pero considera que poco a poco el consumo debe aumentar: “Sobre todo hay que darle oportunidades a los productores nacionales, a los pequeños y medianos, para que haya movimiento comercial y se reactive la economía del país”. Y por otro lado, recomendó a los ciudadanos que cumplan con sus obligaciones tributarias ya que son ingresos que el Estado necesita para sostener los gastos públicos, distribuir la renta y buscar las mejores alternativas para superar la crisis. (I)